En su casa de Houston, frente al televisor y con el corazón en un puño, la familia de Floyd celebraba cada "culpable" como la mayor de las victorias. Hasta tres veces oyeron esa palabra. Ayer, Derek Chauvin era declarado culpable de todos los cargos por la muerte de George.
El alivio era notorio entre sus hermanos. “Finalmente, hoy dormiremos tranquilos”, decía Philonise Floyd y añadía: “Hoy podemos respirar de nuevo”. Terrence, otro de los hermanos confesaba orgulloso que, aunque “lo echará de menos, ahora forma parte de la historia”. Muy emocionada se mostraba también la novia de Floyd, Courtney Ross, en las inmediaciones del juzgado, en Mineápolis. Se abrazaba a su hermana para después mirar al cielo y asegurar que ni el propio George creería lo que acababa de pasar.
Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden, catalogaba lo ocurrido como "asesinato a plena luz del día". Contundente, el demócrata hablaba de racismo sistémico: "Es una mancha en el alma de nuestra nación, la rodilla de la justicia en el cuello de los estadounidenses negros". Además exigía reformas policiales para esar “a la altura del legado” de Floyd.
Hace casi un año, en el funeral de su padre, Gianna Floyd, de 7 años, le dijo al presidente "mi papá cambió el mundo". Ahora, tras el veredicto del jurado, Biden ha querido llamarla para devolverle a la pequeña sus palabras: "Sí, tu papá ha cambiado el mundo".
El expresidente Barack Obama también se ha pronunciado. En su cuenta oficial de Twitter escribía: "la verdadera justicia requiere mucho más". Las redes se han llenado de reacciones de todo tipo. Desde estrellas de la música, como Mariah Carey, hasta deportistas de élite como Lewis Hamilton han celebrado el veredicto. El piloto británico publicaba: “Las emociones que siento en este momento son difíciles de describir, esto es monumental, la muerte de George no ha sido en vano”
En la calle han recibido la noticia con alegría desbordada. A la euforia colectiva se han sumado algunas lágrimas de felicidad, con la sensación general de que se ha hecho justicia.