No es nada nuevo ni nada que no se haya viralizado antes en las redes sociales en el curso de la pandemia: falsear los test covid para provocar que arrojen un --falso-- resultado positivo de la enfermedad y así eludir ciertas responsabilidades, ya sean laborales o estudiantiles, haciendo la cuarentena, como está ocurriendo nuevamente en Francia.
Concretamente, retomando una práctica que ya empezó a usarse el pasado año, los estudiantes franceses están extendiendo de nuevo, tras la oleada de contagios traída por la variante ómicron en toda Europa, el uso de zumo de limón, naranja e incluso coca-cola, entre otros productos gaseosos, para obtener un falso positivo en los test rápidos de diagnóstico del covid.
Según recoge RT citando a la farmaceútica francesa Roche, ese falso positivo se produce porque la acidez de la bebida actúa destruyendo las proteínas de anticuerpos de la prueba. Fundamentalmente, porque este tipo de test están preparados para fluidos corporales y, en el caso del coronavirus, también para aspirados nasofaríngeos, los cuales se mezclan con una disolución salina de pH neutro antes de colocar la muestra en el test. Cuando antes se vierten gotas de estas bebidas gaseosas en el test, en lugar de hacer el ensayo sobre un pH neutro se hace sobre uno ácido.
Ante este tipo de prácticas, el presidente del Syndicat National Les Biologistes Médicaux (Sindicato Nacional de Biólogos Médicos) de Francia, Lionel Barrand, ha recordado que los llamados autotest no son “una herramienta de diagnóstico, sino de evaluación”, por lo que, ante un positivo, este debe confirmarse con una prueba de antígeno o PCR.
Mientras, pese a que algunas redes sociales se han apresurado a poner coto a #hashtag en los que se promueve falsear los test, son una parte importante los alumnos que conocen que puede hacerse. De hecho, en el parlamento austriaco, por ejemplo, en pleno 2020, el secretario general del conservador y nacionalista Partido de la Libertad de Austria, Michael Schnedlitz, intentó usar un test en el que usó coca-cola para defender que no servían para nada y llevarlo a su causa negacionista.
Entre tanto, algunos alumnos simplemente llevan a la práctica el experimento para comprobarlo, mientras otros pocos buscan eludir las clases, algo para lo que, no obstante, hay quien también recurre a medios menos directos, como aprovecharse de los protocolos vigentes en determinada situación epidemiológica para decirle a un infectado que le sitúe como contacto estrecho, y así no asistir al aula.
En este contexto, cabe destacar que el coronavirus ya se ha cobrado 5,7 millones de muertes en todo el mundo tras causar 386 millones de contagios desde el inicio de la pandemia; cifras que vuelven a poner de relieve la necesidad de ser responsables y solidarios, cumpliendo correctamente las medidas de prevención sin trivializar el impacto del virus en múltiples sectores.