Una potente explosión ha sacudido este martes la zona del puertopotenteexplosiónzona del puerto de la capital del Líbano, Beirut, causando 154 víctimas mortales y más de 5.000 heridos. Las autoridades libanesas, en unas conclusiones preliminares, sitúan el origen de la principal detonación, ya que hubo una deflagración previa, en cerca de 2 700 toneladas de nitrato de amonio que estaban almacenadas en una bodega del puerto desde 2014, según ha informado el medio local LBCI.
El ministro de Sanidad, Hamad Hasán, ha confirmado el balance, tal y como ha recogido el diario libanés 'An Nahar', mientras que Cruz Roja ha publicado una alerta para pedir donaciones urgentes de sangre para atender a los heridos.
Por su parte, el primer ministro libanés, Hasán Diab, ha decretado el miércoles como jornada de luto nacional en homenaje a las víctimas de las explosiones y ha pedido ayuda internacional ante lo que ha descrito como "una catástrofe".
Diab ha resaltado además que los responsables de lo sucedido "pagarán el precio", sin dar detalles sobre las posibles causas de las explosiones. "Es una promesa a los mártires y a los heridos", ha señalado, tal y como ha recogido la agencia libanesa de noticias, NNA.
Sin embargo, en una reunión posterior del Alto Consejo para la Defensa ha tildado de "inaceptable" que 2.750 toneladas de nitrato de amonio estuvieran almacenadas "desde hace seis años" en un almacén en el puerto, lo que supuestamente habría causado la explosión en la zona, si bien aún no hay una confirmación oficial.
Fuentes citadas por NNA han señalado que el incidente habría tenido lugar en un silo del puerto que acoge una fábrica de fuegos artificiales, mientras que el director de Seguridad Nacional, Abbas Ibrahim, ha dicho que no se pueden aclarar las causas del suceso hasta que no concluyan las investigaciones.
Ibrahim ha resaltado además que en la zona se encuentran explosivos incautados en el puerto de Beirut desde hace años, sin pronunciarse directamente sobre si han estado detrás de la potente deflagración en la zona.
Las operaciones de rescate continúan para localizar a las decenas de personas que siguen desaparecidas. Voluntarios de la Cruz Roja libanesa asumen que el número de personas fallecidas subirá porque la retirada de escombros avanza muy lentamente.
Se espera que las operaciones de rescate se aceleren a medida que vayan llegando los socorristas enviados por distintos países como parte de la ayuda internacional destinada a la capital libanesa.
El Alto Consejo para la Defensa ha celebrado una reunión de emergencia para abordar la situación en la que ha decidido declarar el estado de desastre en la ciudad y recomendar al Gobierno la declaratoria del estado de emergencia, tal y como ha recogido el diario libanés 'The Daily Star'.
Asimismo, ha resaltado que un comité investigador deberá entregar las conclusiones en torno a las causas del desastre en un periodo de cinco días y ha anunciado la creación de una célula de crisis para abordar las repercusiones de lo sucedido, según ha confirmado la Presidencia a través de una serie de mensajes en Twitter.
Aoun ha ordenado además al Ministerio de Sanidad que garantice apoyo a las familias de las víctimas de la explosión, que ha causado daños materiales en el Palacio de Baabda, que acoge la sede de la Presidencia. Los vídeos que circulan en redes sociales muestran una explosión y una gran columna de humo en la zona, previa a una segunda deflagración de mayor potencia que ha causado enormes daños materiales en los alrededores, llegando a escucharse en Tiro y Sidón.
El Departamento de Estado estadounidense ha resaltado que está "siguiendo de cerca" las informaciones y "trabajando de cerca con las autoridades locales para determinar si hay ciudadanos estadounidenses afectados".
"Extendemos nuestras profundas condolencias a todos los afectados y estamos dispuestos a entregar toda la ayuda posible", ha dicho un portavoz del Departamento, según ha recogido la cadena de televisión estadounidense CNN. Asimismo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, ha subrayado que la Presidencia estadounidense "está supervisando la situación".
Por su parte, el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, ha resaltado que "como siempre, Irán está totalmente preparado para entregar ayuda de cualquier forma necesaria". "Nuestros pensamientos y rezos están con el gran y resiliente pueblo de Líbano", ha manifestado a través de un mensaje en su cuenta en Twitter. "Permanece fuerte, Líbano", ha añadido, junto a un corazón negro y una bandera del país.
A los mensajes de condolencias se ha sumado el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, que ha mostrado la "plena solidaridad" del bloque con Líbano tras las "violentas explosiones" en Beirut.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha trasladado a la población libanesa "su solidaridad fraternal". "Francia está al lado de Líbano. Siempre. La ayuda y medios franceses están en camino a la zona", ha recalcado.
En esta misma línea se ha expresado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que ha trasladado sus "profundas condolencias" a los familiares de las víctimas, al pueblo y al Gobierno de Líbano tras las "horribles explosiones" en la capital.
Asimismo, ha deseado una "pronta recuperación" a los heridos, incluidos miembros del personal de la ONU en el país. "Naciones Unidas sigue comprometida con apoyar a Líbano en estos momentos difíciles y está asistiendo de forma activa en la respuesta a este incidente", ha remachado el viceportavoz de Guterres, Farhan Haq.
La Fuerza Provisional de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) ha indicado en un comunicado que "la enorme explosión" ha causado daños a uno de sus barcos anclados en el puerto y ha agregado que varios 'cascos azules' han resultado heridos, incluidos algunos de gravedad.
"La FINUL está trasladando a los 'cascos azules' heridos a los hospitales más cercanos para que reciban tratamiento médico", ha dicho, antes de subrayar que "está analizando la situación, incluida la escala del impacto sobre el personal" de la misión. "Estamos junto al pueblo y el Gobierno de Líbano en estos momentos difíciles y dispuestos a ayudar y entregar cualquier tipo de asistencia y apoyo", ha destacado el jefe de la FINUL, Stefano del Col.
Por su parte, fuentes oficiales israelíes han negado cualquier vínculo del país con lo sucedido, que ha tenido lugar en medio del incremento de las tensiones entre Israel y el partido-milicia chií Hezbolá. Así, los ministros de Defensa y Exteriores de Israel, Benjamin Gantz y Gabriel Ashkenazi, respectivamente, han recurrido a mediadores internacionales para ofrecer ayuda humanitaria y médica a Líbano, según el diario israelí 'Haaretz'.
En este sentido, fuentes de Hezbolá citadas por la cadena de televisión libanesa han descartado que el incidente tenga relación con un ataque por parte del Ejército de Israel. Las explosiones han tenido igualmente lugar en un momento en el que país atraviesa una grave crisis económica --la peor desde la guerra civil (1975-1990)-- y se teme que la destrucción ocasionada por las mismas impacten directamente en los trabajos de importación de alimentos y otros productos básicos.
En este sentido, el Consejo Supremo de Defensa ha ordenado la importación del trigo perdido a causa de las explosiones y que se lleven a cabo preparativos para que el puerto de Trípoli pueda llevar a cabo las actividades de importación y exportación.
Diab hizo recientemente un llamamiento a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) para crear un fondo de emergencias para ayudar a que Oriente Próximo no sufra una grave crisis alimentaria, un extremo que reconoció como una posibilidad.
El ministro de salud del país, Hamad Hassan, había señalado a los medios locales durante la tarde del martes que las explosiones podrían atribuirse a un barco que transportaba los fuegos artificiales e instruyó a todos los hospitales a recibir a todos los heridos.
Sin embargo, horas después, el ministro del interior libanés, Mohammed Fahmi, comentó que "se almacenó una gran cantidad de nitrato de amonio donde ocurrieron las explosiones" y pide una investigación sobre cómo se incendió el material.
La Cruz Roja del Líbano, en primera instancia, reportó más de 3 500 heridos tras las explosiones y aseguró que la cifra podía aumentar: se esperaba recibir a un número "muy alto" de afectados. Las autoridades locales ya descartaron la versión de la pirotecnia durante la tarde de este martes.
Fuentes citadas por la agencia estatal libanesa de noticias, NNA, señalaron en primera instancia que el incidente habría tenido lugar en un silo del puerto que acoge una fábrica de fuegos artificiales. Las autoridades libanesas, por el momento, desconocen si se ha tratado de un accidente o de un atentado.
El gobernador de Beirut, capital del Líbano, Marwan Abboud, comentó este martes que las explosiones han afectado a aproximadamente la mitad de la ciudad. El funcionario, que no pudo contener las lágrimas, calificó el suceso como "un desastre nacional parecido a Hiroshima". La onda expansiva de la detonación incluso ha causado daños en el principal aeropuerto de la localidad, ubicado a casi 10 kilómetros del puerto.
Abboud, al ser preguntado por los periodistas, se negó a especular sobre la causa de la explosión. "No nos podemos adelantar a las investigaciones", señaló. La primera explosión se produjo cerca del puerto de la ciudad poco después de las 18 horas (hora local). No obstante, al poco tiempo aparecieron informes de otra explosión cercana al lugar donde se produjo la primera detonación -podría ser está última, la que se produjo a causa del nitrato de amonio-.
"Nunca en mi vida he visto un desastre tan grande, tan catastrófico. Esta es una catástrofe nacional. Este es un desastre para el Líbano. No sabemos cómo nos vamos a recuperar de esto. Tenemos que mantenernos fuertes, tenemos que ser valientes", explicó el funcionario. Por otra parte, Abboud, además, comentó que se perdió el contacto con varios bomberos que respondieron a la emergencia.
El jefe de seguridad interna del Líbano, Abbas Ibrahim, también apuntó durante la tarde, en declaraciones a la televisión, que "sería ingenuo relacionar una explosión como la que se dio con los fuegos artificiales".
El presidente de los Estados Unidos, EEUU, Donald Trump, ha descrito las explosiones en Beirut como "un ataque terrible" durante una comparecencia de prensa este martes, a pesar de que, por el momento, no hay evidencias o indicios de que fueran intencionadas. "Estados Unidos está listo. Estaremos allí para ayudar, parece un ataque terrible", ha comentado Trump en la conferencia informativa de la Casa Blanca.
El presidente estadounidense, al ser preguntado sobre si la explosión fue en realidad un ataque, ha reiterado que sí y ha insistido en que se había "reunido con algunos" de sus "grandes generales" y "parecen sentir que fue así", según ha informado Daily Mail. "Ellos sabrán mejor que yo. Parecen pensar ... que fue una bomba de algún tipo, sí", precisó. El secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper, no obstante, contradice a Trump: "La mayoría de los expertos militares del país creen que la explosión en Beirut fue un accidente", declaró.