Evo Morales presume de humildad y las redes reaccionan
Ha compartido una fotografía que ilustraba cómo ha pasado su primera noche tras su renuncia
Sus detractores han reaccionado recordándole que, como mandatario, llevaba una vida ostentosa
Él ha huido a México, dejando atrás un país que vive sumido en el caos y al borde de una guerra civil
Mientras prosigue la tensión máxima en Bolivia, un país sumido en el caos en el que se escuchan gritos de “guerra civil”, Evo Morales, ya expresidente de Bolivia ha huido a México prometiendo que volverá con más fuerza cuando su vida deje de estar en peligro.
Nada más aterrizar en un avión que le ha enviado el propio Gobierno mexicano, que le ha concedido asilo, ha denunciado haber sido víctima de un golpe de Estado, asegurando que dimitió después de que las Fuerzas Armadas y la Policía se lo sugiriesen, para evitar "más hechos de sangre, más enfrentamiento" entre bolivianos.
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Morales ha considerado que su error fue pensar que había acabado con "la opresión, la discriminación y la humillación". "Si algún delito tengo, es ser indígena. Si algo de pecado tenemos, es que hemos implementado programas sociales para los más humildes (...) Nuestro pecado es que somos antiimperialistas", ha dicho, aclarando que no va a renunciar a la política.
Una foto que ha recrudecido la tensión y avivado la polémica
Horas antes se había pronunciado el expresidente en las redes sociales con una 'fotografía de la discordia' que ha desencadenado todo tipo de reacciones. En ella, mostraba cómo había sido su primera noche tras su renuncia, acompañando la instantánea de un texto que, igualmente, ha avivado la polémica en tiempos de división en Bolivia.
“Así fue mi primera noche después de dejar la presidencia forzado por el golpe de Mesa y Camacho con ayuda de la Policía. Así recordé tiempos de dirigente. Muy agradecido con mis hermanos de las federaciones del Trópico de Cochabamba por brindarnos seguridad y cuidado”, escribió en Twitter, junto a una imagen en la que se le ve durmiendo en el suelo, sobre una manta.
Inmediatamente, tanto partidarios como detractores salieron al paso, muchos de estos últimos recordándole haber llevado una vida ostentosa y muy lejos de ser humilde mientras era mandatario, recriminándole así sus palabras.