El pasaporte de vacunación, finalmente, no servirá para viajar libremente por la Unión Europea, como quería España. Los gobiernos se reservan la posibilidad de seguir imponiendo restricciones en sus fronteras con el objetivo de frenar el coronavirus. Un varapalo para los países más dependientes del turismo, como el nuestro.
Los gobiernos de la Unión Europea acuerdan ahora restringir el uso y la duración del llamado 'pasaporte covid' y dejan claro que no es un documento de viaje. No quieren que pueda ser discriminatorio para las personas no vacunadas.
La campaña de verano vuelve a estar en el aire. Aunque falta la aprobación del Parlamento Europeo, el objetivo es que esté en vigor a finales de junio, pero se especifica que los Estados miembros podrán imponer restricciones y cuarentenas a todos los viajeros, incluso a los que lleguen con el documento.
Portugal, en cambio, insiste en el pasaporte y propone que la vigencia del certificado sea de 12 meses. Argumenta que desconocemos la duración de la inmunidad adquirida con las vacunas.
Y tendrán vigilancia especial los vacunados con viales no aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, por ejemplo, los pasaportes con la vacuna rusa Sputnik.
Estados Unidos y Reino Unido ya se habían pronunciado en contra del 'pasaporte covid' por razones de privacidad y por considerarlo discriminatorio para quienes aún no han sido vacunados.
La no aprobación del pasaporte en Europa es un golpe para el sector turístico en España.