En Bruselas, el último Consejo Europeo del año se celebra con mucha preocupación por el aumento de los contagios y por la rápida expansión de ómicron. Desde Europa ya se estudian nuevas medidas más allá de la vacunación.
El Centro Europeo para el Control de Enfermedades reconocía ayer mismo que con la incidencia disparada ya en prácticamente todo el continente, y las navidades a la vuelta de la esquina, la vacunación no será suficiente. Habrá que adoptar nuevas restricciones.
Según el ECDC, los países tienen "varias opciones de respuesta" de cara a las fiestas navideñas. En primer lugar, la máxima dirigente de este organismo europeo encuentra "necesario" reintroducir y "reforzar rápidamente" medidas para "reducir la transmisión de Delta, frenar la propagación de ómicron y mantener manejable la carga relacionada con la COVID-19".
Respecto a las nuevas medidas, cada país está yendo por libre. Desde hoy, por ejemplo, Italia pide a todos los ciudadanos comunitarios no solo el pasaporte covid, también un test negativo.
En Francia el presidente Macron no descarta la vacunación obligatoria. De momento, su gobierno prohíbe desde este sábado los viajes no esenciales al Reino Unido. En este último país ayer se alcanzó la cifra de contagios más alta de toda la pandemia. Pero hay otro dato aún más inquietante: la variante ómicron se ha convertido la dominante en la ciudad de Londres a una velocidad pasmosa, en apenas unos días.