Australia no sale de su estupor. Un niño de cinco años fue presuntamente violado en grupo por un grupo de niños, todos menores de 13 años, en una playa remota en una comunidad aborigen en el extremo norte de Queensland. El ataque se desarrolló en Napranum, en la costa noroeste de Cabo York en Queensland el 1 de julio, según la policía. Los cuatro niños acusados de la violación han sido detenidos, mientras que la comunidad de 800 personas les ha prohibido regresar a la ciudad, informó The Australian .
Este hecho ha reabierto las heridas en una comunidad que no olvida otro crimen sexual ocurrido hace 15 años cuando una niña de 10 años fue violada en grupo por hombres de entre 13 y 25 años Aunque todos los hombres se declararon culpables de una letanía de delitos sexuales, el juez evitó que los perpetradores estuvieran en la cárcel y señaló que la víctima "probablemente accedió" a tener sexo con ellos. En ese momento, el primer ministro Kevin Rudd expresó su enojo por la decisión del tribunal. Mi actitud de violencia hacia las mujeres y los niños, incluida la violencia sexual hacia las mujeres y los niños, es de tolerancia cero", señalaba en su día.
La supuesta violación en grupo de Napranum es la última de una serie de casos horribles que golpean a comunidades aborígenes remotas. Un hombre de 27 años fue sentenciado a 13 años de prisión en marzo por violar a una niña de dos años en Tennant Creek mientras su madre dormía en un crimen que conmocionó a Australia. Tales incidentes han generado preocupación sobre la seguridad infantil en comunidades indígenas remotas.
En 2016, un estudio de la Universidad Griffith dirigido por el profesor Stephen Smallbone examinó la prevalencia del abuso sexual en varias comunidades indígenas del norte de Queensland. Encontró que los delitos sexuales en Aurukun ocurrían a un ritmo 6.6 veces mayor que el resto de Queensland, con una edad promedio de las víctimas de solo 14 años. El informe también reveló que las enfermedades de transmisión sexual se estaban extendiendo a un ritmo alarmante. Se detectó que las infecciones por sífilis eran 56 veces superiores al promedio estatal y el informe mostró que 29 niños menores de 10 años habían contraído la enfermedad de transmisión sexual.