Más de 10 millones de estudiantes chinos afrontan desde este martes y hasta el viernes el Gaokao, también conocida como la prueba de acceso a la universidad más difícil del mundo. Los adolescentes chinos se preparan durante años para la prueba, estudiando una media de al menos 12 horas al día y con una fuerte presión sobre ellos. El examen de este año llega con un mes de retraso y rodeado de excepcionales medidas de prevención contra el coronavirus.
Gran parte de la vida escolar del estudiante en China se enfoca a preparar este examen y, para muchos, obtener una buena nota aquí es la única manera de ascender en la escala social. "En sus mentes es como ir a la guerra", explica a BBC Mundo Xueqin Jiang, educador e investigador de la Iniciativa Global de Innovación Educativa de la Universidad de Harvard. "Desde el momento en que tu hijo nace, comienzas a pensar en cómo puedes conseguir que logre el máximo desempeño en el Gaokao. Los profesores les inculcan que es un asunto de vida o muerte", añade.
Las medidas de seguridad incluyen cámaras de vigilancia, sistemas de posicionamiento global y drones. En 2016, las autoridades chinas anunciaron que aquellas personas involucradas en intentos de fraude podrían enfrentarse a penas de cárcel. Este año, a ese protocolo, se le suman las precauciones para reducir al máximo el riesgo de contagio de coronavirus entre los millones de adolescentes que tomarán el examen.
Todos los estudiantes pasan un control de temperatura antes de entrar en unas aulas que acaban de ser desinfectadas. En la capital de China se presentan a esta selectividad 49.225 estudiantes. La mayoría, los que residen en zonas donde se han reportado estas semanas casos de coronavirus, tendrán que pasar las casi nueve horas que dura el examen con la mascarilla puesta. Y los pupitres tienen que estar a una distancia de dos metros.
Curiosamente, los estudiantes que se examinan este año son los nacidos en 2002, el año que surgió el brote del SARS, la anterior epidemia (coronavirus SARS-CoV) que dejó 8.098 infectados, 774 muertos y que salió de los murciélagos de una cueva de la provincia de Yunnan.
La palabra gaokao se puede traducir como "examen de ingreso a la educación superior". En China se implantó este tipo de examen estandarizado en 1952, pero se suspendió entre 1966 y 1976, durante la Revolución Cultural de Mao Zedong. Desde 1977, el Gaokao se ha presentado como prácticamente la única manera en la que un joven de escasos recursos, especialmente de las áreas rurales, puede acceder a un futuro mejor.
Cada región del país tiene su propia versión del examen, pero en general, la prueba incluye preguntas de chino, matemáticas y un idioma extranjero. Además, el candidato elige otros temas como historia, política, geografía, biología, física o química. También, según cada región, el examen puede durar entre 2 y 4 días.
"No es necesariamente difícil, es más bien muy competitivo", le dice a BBC Mundo Yong Zhao, profesor en la escuela de Educación de la Universidad de Kansas. " Es estresante y tiene mucha presión porque no está basado en cómo te va, sino en cómo te va respecto a tus compañeros de clase", añade Jiang. "Solo el 10% de una clase logrará ir a una universidad top, y si no logras, se te considera un fracaso, de ahí viene la presión", explica.
Alex Beard, educador y autor del libro "Otras formas de aprender", estima que el examen es una buena manera de medir el nivel de conocimiento de los estudiante del país, pero lo hace de manera muy limitada: "en realidad no están aprendiendo conocimiento para pensar de manera crítica o creativa, están aprendiendo conocimiento para responder preguntas del examen". Zhao piensa de manera similar, "todo el mundo está estudiando para este examen y no tienen la oportunidad de explorar otras cosas, que son quizás más importantes para la vida, como la creatividad, o el pensamiento crítico".
En el país, es normal que un estudiante que se prepara para el gaokao estudie 12 o 13 horas al día , primero en la escuela y luego instituciones privadas intensivas, donde aprenden lecciones de cursos superiores. "Todos los chicos lo hacen, todos son forzados a hacerlo, si no lo haces te quedas atrás", dice Jiang. Y la preparación no solo involucra al estudiante. "Toda la familia está en función de garantizar que su hijo tenga la mejor experiencia", apunta Zhao. "Y con eso no me refiero a que disfruten la experiencia, sino a que no se distraigan".
"No estoy seguro de que este examen prepare a los estudiantes para el futuro que van a enfrentar", considera Zhao. "Es un desperdicio de talento". Jiang, por su parte, va más allá, y considera que el examen se utiliza como una herramienta de control por parte del Estado. "El Gaokao tiene la función de mostrar que en China existe la meritocracia", expone. "Mientras las personas crean que el Gaokao es justo, la gente está dispuesta a obedecer al sistema".
Jiang también menciona que en el país hay voces que llaman a que se reforme el examen y que las familias más adineradas prefieren que sus hijos vayan al exterior y de paso se ahorren pasar por el gaokao. Zhao, por ejemplo, es uno de los que piensa que el Gaokao no se debería conservar, pero "mucha gente piensa que el Gaokao es la única cosa justa y que por eso deben conservarlo". "Es lo único que les permite mirar hacia arriba", concluye.