El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha reconocido este domingo que su país ha comenzado a discutir con la Unión Europea y el resto de aliados la posibilidad de prohibir las importaciones de petróleo ruso como nueva medida de presión contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por la invasión de Ucrania.
"En lo que se refiere al petróleo, el petróleo ruso, estaba ayer mismo al teléfono con el presidente (de Estados Unidos, Joe Biden) hablando precisamente de esta cuestión", ha reconocido Blinken en declaraciones a la cadena CNN.
"Ahora mismo estamos hablando con nuestros socios europeos y el resto de aliados la forma de declarar, de manera coordinada, la posibilidad de prohibir la importación del petróleo ruso al tiempo que nos aseguramos que todavía quedan reservas apropiadas en los mercados mundiales", ha hecho saber.
Prácticamente al mismo tiempo, la diputada del Parlamento ucraiano Inna Sovsun, ha denunciado en su cuenta de Twitter que un bombardeo ruso ha dañado una tubería entre Donetsk y Mariúpol que ha dejado a más de 700.000 personas sin calor a temperaturas bajo cero, según ha hecho saber en su cuenta de Twitter.
La diputada ha denunciado que un millón de civiles del sureste de Ucrania se enfrentan a un desastre y se arriesgan a morir congelados, antes de pedir la declaración de una zona de exclusión sobre todo el país, una medida que la OTAN todavía no está dispuesta a aplicar.