La Inteligencia de Estados Unidos ha desclasificado este viernes el informe sobre la investigación del origen del coronavirus que concluye que, sin más datos, no es posible determinar la procedencia exacta del virus, si bien niega que las autoridades chinas tuvieran conocimiento previo sobre la pandemia.
En el informe, del que ya se publicó una versión resumida en agosto, se detalla que cuatro agencias de Inteligencia creen con un nivel de "seguridad bajo" que la infección por el coronavirus es de origen animal, y que una agencia de Inteligencia cree con un nivel "moderado" de seguridad que tuvo su origen en un laboratorio.
Según la cadena CNN, que cita fuentes cercanas al asunto, la agencia que consideraría probable el origen del virus en un laboratorio de Wuhan sería el FBI, aunque esto último no ha sido confirmado por el grupo. Los analistas consideran además que el hecho de que varios investigadores del Instituto de Virología de Wuhan enfermaran en otoño de 2019 no es indicativo del origen de la pandemia.
Además, desmienten varias teorías que afirmaban que la existencia de una característica especial de la proteína que permite la infección con el virus sería prueba de su desarrollo artificial, ya que esta característica también se puede dar en virus surgidos de manera natural.
Por su parte, las agencias que apuestan por la teoría del origen animal del virus consideran más probable que un cazador o granjero entrara en contacto con el virus que un investigador que recogía muestras animales.
Defienden también que a pesar de que no se haya encontrado el animal concreto que habría dado origen al virus, en anteriores casos de epidemias se han tardado años en encontrar el origen animal de un virus nuevo, y a veces ni siquiera se ha logrado su identificación. Los autores consideran que, sin mayor cooperación por parte de las autoridades chinas, continuarán existiendo "vacíos persistentes" en el conocimiento sobre el origen de la pandemia.