José Miguel Aguado, un joven de 27 años de Fuenlabrada, Madrid, se mudó a Londres hace apenas tres meses. Su historia, como la de otros españoles y ciudadanos europeos, expone el proceso por el que deben pasar todos aquellos que quieren vivir en el Reino Unido si, como todo apunta, el Brexit se hace efectivo el 31 de enero de 2020 tras la aplastante victoria de Boris Johnson, líder de los ‘Tories’, en las elecciones.
José acaba de conseguir un puesto de trabajo en la considerada empresa española de ropa más internacional. Antes, trabajaba en un café para costearse su estancia a la vez que aprendía inglés, lo cual sigue desarrollando. En España tenía un buen trabajo y un futuro definido, pero sus aspiraciones pasaban por triunfar en su sector, la informática, ámbito en el que se demanda un alto nivel de inglés, por lo que decidió emprender su propia aventura.
Tras varias semanas buscando trabajo de su especialidad en Londres, le surgió por primera vez una entrevista. Y para su sorpresa, la primera pregunta no fue sobre su experiencia o habilidades en compañías similares. La primera cuestión fue qué pensaba sobre el Brexit y cómo estaba su situación al respecto. Le preguntaron si había cumplimentado los trámites y si había recibido el permiso de residencia.
“Todos los ciudadanos europeos y sus familiares que deseen seguir residiendo, trabajando o estudiando en el Reino Unido después del Brexit deberán solicitar obligatoriamente, un permiso de residencia en base al ‘EU Settlement Scheme’, un nuevo procedimiento del Ministerio del Interior británico ('Home Office')”, señala la web del Ministerio de Exteriores de España.
“En caso de acuerdo, ‘deal’, los ciudadanos de la UE podrán solicitar hasta el 30 de junio de 2021 su permiso. Para ello, es necesario que el ciudadano haya residido en el Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020”, continua la explicación.
“En base al ‘EU Settlement Scheme’, se otorgarán dos estatus. Todos los ciudadanos que lleven residiendo más de 5 años en Reino Unido de forma continua obtendrán el ‘settled status’ o permiso de residencia indefinido y los ciudadanos que no hayan acumulado 5 años podrán solicitar el ‘pre-settled status’ o permiso temporal, hasta que cumplan los años requeridos para obtener el siguiente nivel de residencia, el cual deben solicitar antes de que expire su condición”, añade el texto.
Una vez obtenido el ‘settled status’ el ciudadano podrá ausentarse del Reino Unido hasta un máximo de 5 años continuos sin perder su estatus. Es importante tener en cuenta que, en el caso del ‘pre-settled status’, se permiten ausencias máximas de hasta 2 años sin perder el permiso. Si se pierde el cómputo de años, el reloj vuelve a 0. En caso de no entrar en el período establecido, cualquiera que quiera residir deberá adaptarse al nuevo sistema migratorio que tome Reino Unido tras su salida y tras la negociación con la Unión Europea.
Se estima que en el Reino Unido hay 300.000 españoles, aunque oficialmente se registran 180.000. Esta diferencia se da porque muchas personas no se inscriben como residentes oficiales, según explican fuentes de la embajada española y según recoge El País.
Ismael Rico es otro ciudadano español que aterrizó en Londres en 2012. Él ya ha obtenido el ‘settled status’. A sus 25 años, acumula varios años de experiencia como vendedor en una prestigiosa tienda de ropa y se graduó hace dos años en Business a través de la Universidad de Greenwich. Ahora trabaja en un banco. “Lo primero que hice fue regular el ‘National Insurance’ para poder trabajar. Me abrí una cuenta de banco y me inscribí en el sistema educativo para poder estudiar. Tras conseguir la residencia temporal, a los 5 años nos confirmaron la residencia permanente”, señala el joven madrileño sobre sus inicios.
“Aun así, tras conseguir la residencia permanente, hemos tenido que solicitar un papel más por el tema del Brexit. Por muchos años que lleves lo tienes que solicitar. Mis padres ya tienen el último documento en regla, yo estoy pendiente de que me llegue”, explica Ismael.
“El venir aquí fue difícil, y todo lo que hemos tenido que pasar, pero todo está yendo bien y no tengo quejas, todo lo que pasé al principio ya pasó. Solo hay que mirar adelante. Ahora mismo venir aquí, si sale el Brexit, seguro que es más difícil pero no creo que llegue a las circunstancias de tener que pedir un visado como en Estados Unidos. Puede que pidan mucho más papeleo para poder quedarte”, concluye el joven, que no se plantea abandonar el país.
Londres, ciudad donde el Brexit nunca ha tenido una gran acogida, salvo por los simpatizantes de Johnson, tiene un gran porcentaje de los españoles que residen en Inglaterra. El área de Nothing Hill y sus alrededores, alberga desde los años sesenta y setenta a numerosos españoles que han buscado su ‘sueño anglosajón’.
La historia de Pilar González, una zaragozana de 30 años que ejerce como 'sales assistant' en Snappy Snaps, un comercio de la zona, sirve de ejemplo. “Ya he solicitado el papel que te piden aunque tengas la residencia permanente concedida, lo hice en marzo. Llevo 6 años aquí. Mis amigas, también españolas, dijeron que Reino Unido podía salir de Europa y dijimos pues vamos a hacerlo por si acaso. Todas estamos trabajando. Yo no estoy preocupada por el Brexit, no he tenido ningún problema ni con el trabajo ni con los ingleses”, comenta.
“Llegué al sur de Inglaterra, a Cornualles, Cornwall. Vivía en un hotel y trabajaba de camarera. Al año de estancia, ahorré dinero y me vine a Londres sola, un poco a la aventura. Vine yo primero para aprender inglés y luego fueron llegando mis amigas. Ha ido todo sobre la marcha, con los trabajos, pero en el futuro me veo aquí. No se lo quiero decir a mi madre pero me gusta este país”, explica Pilar.
Miguel Mateos, otro joven madrileño de 27 años, cree que la incertidumbre es el peor factor. “Por más que preguntas, nadie sabe qué va a pasar. Es lo que más miedo le da a la gente. Lo que más se oye es que la moneda se va a devaluar. Para los británicos no sería un problema pero para los de fuera sí, porque perderán dinero”, comenta el joven, que también encontró alojamiento en un hotel en el que trabajó, además de ser tatuador. Él sí regresó a España por un tiempo pero, ahora de nuevo tras instalarse en Londres, contempla con buenos ojos la opción de quedarse.
El Brexit, un acrónimo de ‘Britain’ y ‘exit’, significa la salida del Reino Unido como estado miembro de la Unión Europea. Los principales impulsores de este proceso fueron; UKIP, partido nacionalista que obtuvo en las anteriores elecciones el 13% de votos; la mitad de los parlamentarios del Partido Conservador, incluidos cinco miembros del gobierno, además de Boris Johnson, exalcalde de Londres; y algunos parlamentarios laboristas.
El referendo para decidir el destino de Reino Unido fue convocado por David Cameron como promesa de campaña para salir reelegido en 2015. La votación tuvo lugar el 23 de junio de 2016 con unos resultados favorables al abandono de la Unión Europea por parte del 51,8% de los británicos sobre el 48,1% que votó a favor de la permanencia.
La pertenencia a la Unión Europea implica la aceptación de las denominadas ‘cuatro libertades fundamentales’: libre circulación de trabajadores, mercancías, capitales y servicios. Recuperar el control sobre las fronteras ha sido la principal consigna de los Tories para apoyar la salida de Europa. Esto “permitirá un mayor control de la migración y reducir la llegada de extranjeros”, según los partidarios del Brexit. Sin embargo, la sociedad se muestra polarizada y muchos jóvenes británicos creen que pierden su derecho a trabajar en 27 países con el nuevo tratado.
Los partidarios del Brexit sostienen que Europa es un obstáculo para la evolución y el desarrollo de Reino Unido. Creen que dan más de lo que reciben y que las regulaciones europeas son excesivas, lo que perjudica a las empresas británicas. Los que abogan por la permanencia han afirmado durante la campaña electoral que el Brexit traerá una crisis económica, una disminución de inversión en servicios públicos y una gran reducción de la inversión extranjera. Según recoge BBC News, el Departamento del Tesoro británico analizó las posibles consecuencias del Brexit y comentó dos posibles escenarios: uno de choque y otro de choque severo. Ambos apuntan a una recesión a corto plazo pero varía en su gravedad.
El abandono de Reino Unido ha triunfado con Johnson, pero Nigel Farage, líder del Partido del Brexit cree que no será tan ‘duro’. "Mi objetivo era intentar lograr el mejor tipo de salida. Si conseguimos al menos una parte de ello, eso hemos alcanzado", señala. Farage, además, asegura que no puede apoyar el Brexit de Johnson porque pase lo que pase seguirá habiendo una relación muy estrecha con la Unión Europea en el futuro.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea empezarán desde este viernes a definir las condiciones de la nueva relación que quieren negociar con Reino Unido tras su salida del club, tras la victoria electoral del primer ministro británico, Boris Johnson, que tendrá los escaños suficientes para aprobar cómodamente en Westminster el acuerdo de divorcio para un Brexit ordenado el próximo 31 de enero.