Una mujer de 43 años, identificada como Stephanie Hillburn, ha sido detenida recientemente en Nueva York tras esconder el cadáver de su compañera de piso, quien murió por una sobredosis el pasado mes de febrero.
Para ello, además contó con la colaboración de otra amiga, Deborah Eglin, quien se encuentra ya en prisión aunque por otros cargos no relacionados con este caso, por el que por otra parte también tendrá que enfrentarse a la Justicia.
Concretamente, la detención de Hillburn se produjo la pasada semana, seis meses después de la muerte de su compañera de piso, cuyo cuerpo sin vida fue hallado por las autoridades en una cama del domicilio, en el que, tal y como refiere la información policial citada por el medio People, continuaron realizando fiestas durante los días sucesivos. Todo, aun a sabiendas de que sus invitados llegaban a su casa con un cadáver dentro escondido.
Las autoridades localizaron el cuerpo de la fallecida, de hecho, tras recibir una llamada anónima, y fueron Hillburn y Eglin las que abrieron la puerta a los agentes, visiblemente nerviosas cuando preguntaron por ella: Patricia Barter, de 62 años. Fue entonces cuando ambas, irremediablemente, terminaron por llevar a las autoridades ante el cadáver de la sexagenaria, que ya entonces “parecía haber estado muerta durante algún tiempo”.
Tras llevar a cabo la investigación pertinente, la policía llegó a la determinación de que la mujer había fallecido por una sobredosis una semana antes de que la encontrasen, y Hillburn y Eglin trasladaron el cuerpo a uno de los dormitorios con el objetivo de “ocultar el cadáver” para que los invitados que acudieron a sus fiestas “no lo descubrieran”.
Además, señalan fuentes policiales, no llamaron a las autoridades en el momento del deceso de Patricia Barter porque tenían miedo de que las detuviesen por otras ‘actividades ilegales’.