Erwin Tumiri, técnico de vuelo boliviano, ha escapado a la muerte dos veces. Fue uno de los supervivientes del vuelo que se accidentó en Colombia en noviembre de 2016 y en el que murieron 71 personas, entre ellos, gran parte de los jugadores del Chapecoense. Y este martes estaba en un autobús que se accidentó en Bolivia dejando 21 fallecidos.
El accidente de carretera ocurrió en la madrugada del martes en el kilómetro 72 de la ruta que va hacia el departamento oriental de Santa Cruz por causas que aún son investigadas. El vehículo siniestrado es un autobús de la empresa Trans Carrasco que viajaba con alrededor de 45 pasajeros y cayó por un barranco de unos 150 metros.
"El bus estaba corriendo, ahí me agarré del asiento delantero, sabía que nos íbamos a accidentar, porque íbamos a gran velocidad", relata el mecánico. "Salí arrastrándome y dije: no me lo puedo creer", añade Tumiri con incredulidad. El hombre presenta heridas en las rodillas y raspaduras en la espalda, pero se encuentra estable en el hospital.
Tumiri fue uno de los seis sobrevivientes del accidente del Chapecoense, el equipo de fútbol que viajaba a Medellín en 2016 para disputar la primera vuelta de la final de la Copa Sudamericana en Colombia ante el Atlético Nacional.
El avión se estrelló en una zona montañosa de difícil acceso en el cerro Gordo, en el departamento de Antioquia, cuando estaba próximo a aterrizar en el aeropuerto José María Córdova de Medellín.
Entre los 77 pasajeros a bordo del vuelo de la aerolínea boliviana Lamia, además de los futbolistas del club Chapecoense, estaban personal técnico del equipo, periodistas y nueve tripulantes.
La investigación concluyó que la nave se estrelló por falta de combustible. En el siniestro murieron 71 personas, entre ellas 19 jugadores del equipo, así como la mayor parte de su directiva. Junto a Tumiri, sobrevivieron tres futbolistas, la azafata boliviana Ximena Suárez y el periodista brasileño Rafael Henzel, quien falleció en marzo de 2019 de un ataque al corazón.