Las imágenes que se aprecian desde el aire de la zona de la erupción, hablan por sí solas. Hay seis muertos confirmados y las autoridades tienen pocas esperanzas de encontrar con vida a las ocho personas desaparecidas. Se investiga si se debió cerrar la zona al turismo ante el aumento de actividad en el cráter.
Los cuerpos de rescate, consiguieron aterrizar pero no llevarse los cuerpos de los desaparecidos. Los dan por muertos. No hay rastro de vida en el Whakaari.
Llegaron 48 turistas y sólo pudieron salir 34. Casi todos están en el hospital, muchos con más de 70% del cuerpo quemado. Entre ellos está Matt, con el 80% quemado, y su mujer el 20%, ambos estaban de luna de miel. De camino al cráter le dijo, espero que el volcán no esté activo. Lo estaba y mucho.
Una de las familias figuraba entre los desaparecidos, pero horas después a la madre la han encontrado en uno de los hospitales. El guía es uno de los 14 muertos. Los nativos de la zona realizan una danza maorí en su recuerdo.
Los turistas partieron de un crucero a visitar el volcán. Había tantos gases y ceniza, según este experimentado piloto, que arriesgó su vida en varios vuelos para sacar a varios heridos muy graves. El helicóptero no pudo salir.
Una investigación determinará si se debió cerrar la zona al turismo para evitar la catástrofe de Nueva Zelanda.