Una pareja ha demandado a una clínica de fertilidad en Estados Unidos por implantarles embriones equivocados durante un proceso de fecundación in vitro.
Según denuncia la pareja, en la clínica implantaron los embriones de una de las familias en en las contraria, y viceversa. Fue una de las parejas la que empezó a sospechar después del nacimiento del bebé por el poco parecido con su hijo.
En un primer momento todo salió bien, ambos bebés nacieron sanos y sin ningún complicación. sin embrago, Alexander y su pareja notaron que la niña tenía la piel y el cabello más oscuros que el resto de la familia. Sus dudas comenzaron en ese momento y decidieron realizarse un test de ADN para comprobar si se trataba de su hija biológica.
Al realizar el test se confirmaron sus sospechas: la recién nacida no era hija de ninguno de los dos. Una negligencia médica en un proceso de fecundación in vitro hizo que se intercambiaran los embriones de dos parejas.
Tras darse cuenta de lo sucedido, cuatro meses después del parto, pudieron conocer a su hija biológica por primera vez. Ahora cargan con las secuelas psicológicas de haber criado a un hijo que no era suyo: "No hay maneras de demostrar nuestro dolor", aseguran.
La pareja de Los Ángeles ha presentado una demanda contra la clínica, y aseguran que han descubierto que ya "había problemas previos en esa clínica".
Ahora quieren que su caso sirva para concienciar sobre la necesidad de establecer protocolos seguros en las clínicas de fertilidad.