La entrenadora de la Federación Ucraniana de Natación, Ayuna Morozova, pasó varias horas sepultada entre escombros tras una explosión provocada por un bombardeo ruso. La ucraniana trabaja como voluntaria social en una de las localidades asediadas y se vio envuelta en un ataque ruso que pudo acabar con su vida.
"Estaba en el edificio HODA, en el primer piso de la segunda oficina de la calle Ivanova, trabajaba como voluntaria sirviendo comida a los soldados y lo seguiré haciendo. No puedo quedarme al margen, este es mi país, donde planeo llegar a ser Ministra de Juventud y Deportes. Estuve bajo los escombros durante dos horas y recé a todos los dioses, en todos los idiomas que conozco. No podía moverme y gritaba, pensando que moriría enterrada viva, y casi nunca lloro", ha señalado Morozova en redes sociales.
"Me encontraron en el sótano. ¡Dios bendiga a mi salvadora Zhenya, que escuchó mis llantos y me habló! ¡Exigiste que continuaran buscándome y ayudaste a desenterrar a otros y me encontraste! Te quiero", ha concluido en la grabación.
Morozova evoluciona favorablemente en su recuperación, a pesar de las heridas y la gravedad de la situación. Numerosas personalidades del deporte de todo el mundo han apoyado a la ucraniana. "No gozaba de buena salud. Es una persona pacífica, muy activa en el deporte... y ahora esto. Es terrible lo que está pasando", ha precisado Andrii Vlashkov, presidente de la Federación Ucraniana de Natación.