En el año 2013 la irlandesa Margaret Loughrey ganó en la lotería de Euromillones más de 31 millones de euros, un premio que pensó le venía en el mejor momento ya que estaba desempleada y vivía gracias a las ayudas sociales.
Nada más lejos que su deseo, lo que era un sueño se convirtió en una pesadilla, aseguró tiempo después Margaret, quien en más de una ocasión reconoció que haber ganado todo ese dinero le había arruinado la vida.
Tras ganar la lluvia de millones la ‘afortunada’ compró un molino y con casi la otra mitad del dinero ganado lo donó a causas benéficas, ya que sentía que era su deber compartir su suerte.
“Si existe el infierno he estado en él”, explicó Margaret en más de una ocasión, según recoge DailyMail.
Ocho años después, la policía ha encontrado el cadáver de Margaret en su vivienda de Belfast donde según el informe de la policía, la muerte se ha producido por causas naturales, una muerte súbita.
El alcalde de la ciudad donde residía la mujer ha comunicado que los vecinos se encuentran afectados por la triste noticia ya que Margaret era muy conocida por todos por sus actos benéficos en apoyo a la comunidad.