Daniel y Jessica Groves, de 41 y 39 años, están acusados, entre otros cargos, de maltratar, drogar y asesinar a su bebé Dylan, de solo cuatro meses, en Otway, Ohio (EEUU). El cuerpo sin vida del pequeño fue encontrado en el fondo de un pozo dentro de cajas de leche.
Nada más nacer, Dyland tuvo que ser ingresado. El pequeño tenía drogas en su sistema, por lo que los servicios sociales retiraron la custodia a sus progenitores. Sin embargo, poco después, su padre la recuperó con la condición de asistir al juzgado regularmente, recibir visitas en su domicilio y llevar al niño al médico para revisarle.
El 3 de mayo, la familia desapareció. Tres semanas después, los padres fueron vistos cerca de su casa y huyeron hacia el bosque, según publica el diario ‘Daily Mail’.
Poco después, Jessica fue arrestada, pero Daniel se mantuvo encerrado dentro de casa y se enfrentó durante seis horas con los agentes de Policía antes de ser detenido. En el interior de la vivienda, los agentes encontraron multitud de artículos robados, incluidos varios vehículos.
El cuerpo sin vida de Dylan fue encontrado en el fondo de un pozo, en el interior de cajas de leche, que estaban encadenadas con alambres de metal. Presentaba fracturas en el cráneo, en el brazo y pierna izquierda. Además, la autopsia reveló que había anfetaminas en su sistema.
Por todo ello, los padres, que se han declarado inocentes, están acusados de homicidio agravado, asesinato, secuestro, poner en peligro al menor, alterar evidencias, interferencia con la custodia, abuso grave de un cadáver y asalto criminal.