La madre de Masua Tusa, un niño de 4 años que sufre una parálisis cerebral, ha denunciado a la guardería en la que se encuentra su hijo por las graves heridas que el pequeño sufrió mientras se encontraba en la escuela, según The Sun.
Los trabajadores de la guardería, en Nueva Zelanda, han asegurado que el niño se cayó por las escaleras con su silla de ruedas, pero para la madre se trata de una negligencia y no un accidente. El niño tenía quemaduras muy graves en la cara y rasguños profundos por todo el cuerpo.
Su madre asegura que el pequeño se encuentra muy asustado para volver a clase, y que debido a su situación es incapaz de comunicar sus sentimientos con el exterior. Lo único que pudo decir fue que su profesora había sido "traviesa".