Un nuevo informe publicado el jueves asegura que los empleados de los diputados británicos de Westminster se enfrentan a "un riesgo inaceptable de acoso y hostigamiento".
Según recoge el medio británico Daily Mail, algunos trabajadores habían sido víctimas de diversas insinuaciones sexuales que incluían tocamientos de pechos y nalgas. Además, les obligan a llevar a cabo trabajos no parlamentarios como cuidar de sus hijos, mascotas y a ser sus recaderos personales.
La autora del informe Gemma White, asegura que soportan todo este tipo de abusos porque es considerado un "mal necesario" para progresar y que para quienes lo habían denunciado había supuesto el "suicidio de su carrera". Se encuentran así en una situación de vulnerabilidad.
White exige que se tomen medidas rápidas y que se acepten las denuncias antiguas. Aseguró que aunque la mayor parte de los parlamentarios británicos trata a sus empleados con "dignidad y respeto" el problema del acoso está demasiado extendido.