"Al abrir los ojos en una habitación desconocida, traté de orientarme. Me sentía aturdida y confundida y había un tubo conectado a mi garganta. Luego vi una foto de un bebé recién nacido en la pared. Mis manos tocaron mi estómago e instantáneamente supe que la foto era de mi hijo".
Son las palabras de Emily Brown, una mujer estadounidense de 30 años que dio a luz mientras se encontraba en coma a causa de las complicaciones de la covid y que conoció a su bebé cuando este ya tenía casi un mes de vida, según recoge The Sun.
Brown, residente de una zona rural de Tennessee, en el sur del país, afirmó que al principio su familia no se tomó la pandemia en serio y que no usaba mascarillas ni respetaba la distancia social en lugares públicos. "No parecía real y asumí que todo pasaría rápidamente", destacó al rotativo inglés.
En el séptimo mes de embarazo, Emily y su esposo Josh supieron que iban a tener un niño e invitaron a unos amigos a un restaurante para celebrarlo. Fue entonces cuando la mujer se percató "de que no podía ni saborear ni oler nada, sabiendo que esto era un síntoma de covid".
La pareja se preocupó por la salud de su futuro hijo, a quien decidieron llamar Tucker, y la mujer se sometió a un test de coronavirus al día siguiente, que resultó positivo. Durante la misma semana, Emily desarrolló síntomas más graves de la enfermedad, como fiebre y dificultades para respirar, y fue trasladada a un hospital.
"Estaba tan enferma que me pusieron un ventilador y me indujeron un coma. Los médicos le dijeron a mi familia que tal vez no sobreviviría y realizaron una cesárea de emergencia para dar a luz a Tucker, a pesar de que era siete semanas prematuro", recordó Emily.
"Cuando desperté en la habitación extraña, estaba segura de que solo habían pasado unos días, pero en realidad habían sido tres semanas. Había pasado tanto tiempo que mi cicatriz de la cesárea se había curado y era casi como si no hubiera estado embarazada . Fue tan surrealista que me tuvieron que dar medicación para mantener la calma", agregó la mujer, que recibió el alta el 20 de octubre de 2020 -seis días después de despertar-.
A pesar del nacimiento prematuro, Tucker tuvo un peso saludable y, tras pasar varias semanas en la unidad de cuidados intensivos neonatales, fue dado de alta. Se encuentra estable y está en casa junto con sus padres. "Quiero que todos sepan lo importante que es tomarse este virus en serio. Es un milagro que Tucker y yo estemos aquí y sanos", concluyó Emily tras su experiencia.