El Congreso de EE. UU. vota el 'impeachment' contra Trump y llama a declarar a Bolton por el 'Ucraniagate'
Dori ToribioWashington
El Congreso, de mayoría Demócrata, vota el 'impeachment' contra Trump
Este jueves la Cámara de Representantes estadounidense votará a favor del impeachment, o juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Se le acusa de haber utilizado la Casa Blanca para perseguir con un gobierno extranjero a un posible rival político. El Ucraniagate llega así al Capitolio, en donde los Demócratas cuentan con mayoría, mientras la del Senado, que es donde se juzgará al presidente, está en manos de los Republicanos.
Los demócratas tienen pocas posibilidades de sacar adelante la iniciativa pero consideran que es posible hacer daño a la campaña de Trump en plena campaña electoral para las presidenciales del 2020.
La Cámara de Representantes ha solicitado la comparecencia del ex asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca John Bolton, una de las figuras clave en la investigación que están llevando a cabo seis comités parlamentarios dentro del proceso de destitución contra el presidente Donald Trump iniciado por los demócratas.
Bolton, que dimitió de su cargo el pasado 10 de septiembre tras sucesivos desencuentros con el inquilino del Despacho Oval, se ha convertido en una figura central de la investigación preliminar, después de que diferentes testigos le hayan mencionado en comparecencias recientes. Varios funcionarios del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional describieron su papel crítico con los esfuerzos de Trump para que Ucrania investigara al exvicepresidente y posible rival en 2020, Joe Biden, y las pasadas elecciones de 2016.
Aseguraron también que estaba preocupado por el prominente rol en Kiev del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, al margen de los canales diplomáticos habituales del Gobierno estadounidense. Diversos testigos revelaron anteriormente la existencia de una vía diplomática paralela con Ucrania, establecida por orden del presidente Trump, que generó intenso malestar y enfrentamientos dentro la Administración estadounidense.
Se espera que la de Bolton sea una comparecencia clave. Pero no es la única. Pese a que la Administración Trump anunció que se negaría a colaborar con la investigación, que consideran acoso presidencial y un juego político de los demócratas, una decena de personas han comparecido ya en las diferentes comisiones, algunas durante más de diez horas. Hasta ahora todas han sido a puerta cerrada. Pero el proceso entrará próximamente en su fase pública, tras la primera votación del pleno de la Cámara de Representantes.
Todos los testimonios están relacionados directa o indirectamente con la polémica conversación telefónica de Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, del pasado 25 de julio.
La Cámara investiga si hubo quid pro quo, es decir, si el presidente estadounidense congeló la ayuda militar de casi 400 millones de dólares a Ucrania durante dos meses en verano, como manera de presionar a Kiev para que investigara a los Biden. La ayuda era considerada urgente y fue aprobada por el Congreso. La Casa Blanca nunca explicó por qué estaba retenida, pese a la insistencia de los congresistas y del Pentágono. Varios testigos han asegurado sí hubo quid pro quo, algo que el presidente Trump niega rotundamente desde el primer día.
Comparecencias clave
Alexander Vindman, teniente coronel del Ejército de Estados Unidos, veterano condecorado de la guerra de Irak y asesor experto en Ucrania. Es el único miembro del gobierno de Trump presente en la polémica conversación telefónica que ha comparecido hasta el momento. Aseguró que la petición de Trump a su homólogo ucraniano de investigara a Biden fue tan “preocupante“ para la seguridad nacional, que la reportó a sus superiores. “Soy un patriota“, declaró. “Y es mi honor sagrado y obligación defender nuestro país, independientemente del partido o la política.“ Según los medios estadounidenses, Vindman también declaró bajo juramento que la transcripción de la llamada publicada por la Casa Blanca omite pasajes cruciales de la conversación.
William Taylor, el diplomático estadounidense de más alto nivel en Ucrania. El suyo ha sido uno de los testimonios más duros hasta la fecha. Aseguró que Trump vinculó la ayuda militar de Ucrania a una investigación sobre los Biden y sobre 2016. Señaló directamente al embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland, revelando una conversación entre ambos en la que le reconoció haber cometido un error, al haberle dicho a los ucranianos que una invitación a la Casa Blanca dependía de un anuncio público de una investigación. “De hecho, Sondland dijo que ‘todo‘ dependía de ese anuncio, incluyendo la ayuda de seguridad.“ Taylor, con una larga trayectoria militar y diplomática y reputación muy sólida en Washington, presentó documentos, detalles y descripciones de “un canal irregular e informal“ de Washington con Ucrania, al margen del departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional. Testificó que Trump puso Ucrania en manos de un trío de funcionarios que se hacían llamar “los tres amigos“: el enviado especial de Estados Unidos a Ucrania, Kurt Volker; el secretario de Energía, Rick Perry, y Sondland.
George Kent, número dos para Ucrania del departamento de Estado. Declaró que la Casa Blanca les dio la orden de mantener perfil bajo en todo lo relacionado con Ucrania y entregar las riendas a “los tres amigos". Gordon Sondland, embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea. Negó bajo juramento que hubiera quid pro quo. Confirmó que recibieron la orden del presidente de que todo lo referente a Ucrania pasara por Giuliani. Y aseguró que recibieron esa orden con sorpresa y decepción, debido al malestar que generó en el cuerpo diplomático y en la Casa Blanca. Sondland concluyó más de diez horas de comparecencia con unas sombrías declaraciones a los medios. “No me queda ya ninguna reputación que salvar.“ Varios medios estadounidenses han adelantado recientemente que Sondland se plantea cambiar su declaración inicial ante los comités de la Cámara de Representantes, tras las implicaciones que han salido a la luz desde entonces.
Kurt Volker, enviado especial de Estados Unidos a Ucrania. Fue el primero en comparecer ante los comités investigadores del Congreso, y generó un terremoto en Washington. Entregó múltiples mensajes de texto de Sondland, en los que hablan de que lo más importante es que Ucrania “ayudara“ con la investigación y que se ofrecería una visita formal a la Casa Blanca a cambio. Volker dimitió de su cargo a finales de septiembre, poco antes de su comparecencia.
Marie Yovanovitch, ex embajadora de EEUU en Ucrania. Fue cesada de su cargo en primavera y aseguró que se debió a presiones del presidente Trump al departamento de Estado, porque consideraban su rol incómodo, según sugirió.
Michael McKinley, asesor senior del secretario de Estado, Mike Pompeo. Testificó que dimitió el mes pasado debido a las revelaciones sobre Ucrania, al malestar diplomático tras el despido de Yovanovitch y “lo que parece ser el uso de nuestros embajadores en el exterior para conseguir objetivos políticos domésticos“.
Fiona Hill, ex asesora para Rusia en el Consejo de Seguridad Nacional. Declaró que intentó denunciar lo que estaba haciendo en Ucrania y que Bolton fue una de las voces más críticas contra todo lo que estaba pasando. Confirmó con detalles la existencia de un canal diplomático en la sombra entre Washington y Kiev, que generó fuertes divisiones internas en la Casa Blanca.
La Casa Blanca ha condenado muchas de estas comparecencias como partidistas, “burócratas de extrema izquierda“ o activistas en contra del presidente.