Los líderes demócratas han presentado una resolución para formalizar el procedimiento de destitución contra el presidente Donald Trump y establecer los próximos pasos a seguir. Se espera que la sometan a votación el jueves en el pleno de la Cámara de Representantes y se apruebe por mayoría. Será la primera votación oficial del “impeachment“, a partir de la que se establecerán los trámites de la investigación del Congreso sobre la polémica conversación telefónica de Trump y el presidente de Ucrania el pasado 25 de julio.
La primera de las muchas votaciones que están por llegar y que responde a las intensas críticas de los republicanos y la Casa Blanca al proceso iniciado por la mayoría demócrata de la Cámara hace un mes.
La resolución, respaldada por la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, ordena a los comités responsables que sigan adelante con la investigación. Además, establece las reglas del procedimiento, autoriza la publicación de la transcripción de las declaraciones y determina los derechos de la Casa Blanca. También abre la puerta a que muchas de las comparecencias sean públicas a partir de ahora. “La investigación de la Cámara ha recopilado extensas pruebas y testimonios, y pronto el pueblo estadounidense escuchará a los testigos en abierto.“
Estas comparecencias públicas consistirán en rondas de preguntas de 90 minutos que controlarán el presidente y el máximo representante de la minoría del comité. Ellos podrán después dar la palabra a quien consideren. Todo dividido en tiempos iguales para ambas partes.
El comité de Inteligencia, liderado por el demócrata Adam Schiff, asumirá el papel principal según esta resolución, que da poder a la minoría republicana para que también soliciten comparecencias y documentación. Y deja claro que el presidente puede presentar su caso.
Los demócratas tienen mayoría en la Cámara y en los diferentes comités, con representación bipartidista. Llevan cinco semanas investigando a puerta cerrada si Trump usó la ayuda militar de casi 400 millones de dólares a Ucrania a cambio de una investigación a su potencial rival electoral, el exvicepresidente estadounidense Joe Biden. Y han comparecido ya una decena de personas de la administración Trump, pese al bloqueo declarado por el presidente a un proceso que considera ilegítimo e injusto.
Esta primera votación llega tras intensas críticas de los conservadores al procedimiento. Acusan a los demócratas de falta de transparencia en la investigación y de arrancar un proceso de destitución de manera irregular, al no establecer previamente las bases ni partir de una votación del pleno. Los demócratas se habían resistido a dar este paso porque consideran que las críticas son una maniobra de distracción y acusan a la administración Trump de obstruir la investigación por todos los medios para que “la verdad no salga a la luz“.
Las audiencias a puerta cerrada sobre asuntos relacionados con diplomacia y seguridad nacional son habituales en el Congreso. Los republicanos participan también en estas audiencias. La Constitución no determina cómo exactamente debe empezar un proceso de destitución y no obliga a que se convoque una votación inicial. En el pasado, muchos de los procesos han comenzado por investigaciones en los diferentes comités parlamentarios. Los republicanos, de mayoría en el Senado mantienen su apoyo a Trump.
La convocatoria demócrata llega en medio de la polémica tras la comparecencia del teniente coronel Alexander Vindman, experto sobre Ucrania en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca de Trump y veterano condecorado de la guerra de Irak. Vindman estuvo presente en la llamada telefónica del presidente con Ucrania, como parte del equipo de Seguridad Nacional encargado de seguir y registrar la conversación desde la Sala de Situación, junto a otros funcionarios.
Es el primer miembro de la administración en testificar tras haberla escuchado de primera mano. En su declaración de apertura hecha pública de manera oficial, Vindman confirmó que Trump quería “un favor“ de Ucrania, y que estaba “tan preocupado por la llamada“ y por un gesto que podría percibirse como un “movimiento partidista“, que reportó el contenido de la conversación al máximo responsable del consejo.
El presidente de Estados Unidos cargó en las redes sociales contra el veterano de guerra, que compareció ante el Congreso de uniforme. Junto a medios conservadores, le acusan de deslealtad y de pertenecer a grupos en contra del presidente (Never Trumpers). Hay quienes incluso le han acusado de ser un doble agente ucraniano. Vindman y su familia llegaron a Estados Unidos huyendo de la Unión Soviética cuando era un niño.
Otros tantos republicanos han salido desde entonces en defensa de Vindman, han subrayado que es un “hombre honorable“ y han tachado de “vergonzoso“ que se ponga en duda el patriotismo del reputado militar. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aseguró que no va a cuestionar el patriotismo de ninguna de las personas que den un paso adelante para denunciar el contenido de la llamada, en referencia directa a Vindman.
También celebró el paso dado por los demócratas con la resolución, tras las críticas de su partido. “Obviamente han respondido a nuestra presión para intentar manejar esto de la manera más transparente, cumpliendo los estándares básicos del proceso.“
Tras la votación de la Cámara, los seis comités encargados continuarán con las investigaciones. Después redactarán las conclusiones y los artículos de la acusación contra el presidente Trump, que deberán ser aprobados por una mayoría simple del pleno. De ahí, el proceso pasaría al Senado, donde se celebra el juicio político en última instancia.