El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que apoya acabar con la protección de la propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus "para ayudar a poner fin a la pandemia" y que "para que eso suceda" participará "activamente" en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La representante comercial de Estados Unidos Katherine Tai ha anunciado a través de un comunicado que la Administración de Joe Biden apoyará liberar la protección intelectual de estas vacunas puesto que ante "circunstancias extraordinarias" es necesario aplicar "medidas extraordinarias"
"El Gobierno cree firmemente en la protección de la propiedad intelectual, pero, en aras de poner fin a esta pandemia, apoya la exención de esa protección para las vacunas contra la covid19", ha explicado Tai.
El "objetivo" del Gobierno de Estados Unidos, ha continuado Tai, es conseguir "tantas vacunas seguras y efectivas como sean posibles" para "tantas personas como sea posible".
"Como nuestros suministros de vacunas para los estadounidenses son seguros, el Gobierno continuará redoblando sus esfuerzos --trabajando con el sector privado y todos los socios posibles-- para extender el desarrollo y la distribución de las vacunas", al mismo tiempo, apunta, que "trabajará para incrementar las materias primas necesarias para fabricar estas vacunas".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado este jueves que la Unión Europea está "dispuesta a discutir" la idea de levantar de manera temporal la protección que ofrecen las patentes sobre las vacunas desarrolladas contra el coronavirus, una iniciativa a la que los Veintisiete se han resistido hasta ahora pero que el miércoles respaldó Washington.
"La Unión Europea está dispuesta a discutir toda propuesta dirigida a afrontar la crisis de manera efectiva y pragmática", ha indicado la jefa del Ejecutivo comunitario durante un discurso en el que se ha referido expresamente al anuncio la víspera del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Fuentes europeas, además, han apuntado que la cuestión estará inevitablemente en la cumbre informal que reunirá este viernes y sábado a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Oporto (Portugal) para discutir, entre otros, sobre la gestión de la pandemia.
Desde la presentación de la propuesta, ésta ha tenido el apoyo del bloque de países en desarrollo, que actualmente tienen menos posibilidades de acceso a las vacunas anticovid (sólo un 0.3 % de los 1.100 millones de dosis administradas en el planeta se han inoculado en países de bajos ingresos).
La propuesta supondría suspender temporalmente, quizá hasta el fin de la pandemia, los derechos de patente de estos productos, que se contemplan en el llamado Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (TRIPS por sus siglas en inglés).
El TRIPS, firmado en 1994, está incluido en el acuerdo general que fundó la OMC en 1995 y su suspensión significaría en la práctica que las fórmulas de fabricación de los distintos fármacos contra el covid-19 pueden copiarse libremente, sin necesidad de compensar por ello a las productoras originales.
Las patentes normalmente tienen una vigencia de 20 años, aunque no es necesario que una empresa farmacéutica o de cualquier otro sector espere ese tiempo para poder negociar con otras firmas acuerdos bilaterales para que estás fabriquen versiones genéricas, algo que se hizo por ejemplo con los fármacos contra el VIH-sida.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, ha intentado desbloquear meses de impasse con varias reuniones y cumbres en las que ha invitado también al sector farmacéutico, y se ha declarado partidaria de discutir no sólo el TRIPS sino también otras fórmulas que aceleren la producción.
Entre ellas se situaría la reducción de las trabas a la exportación de ingredientes para las vacunas, pues muchas de ellas necesitan cientos para la fabricación de dosis y han tenido en algunas ocasiones que suspender la producción global por falta de alguno de ellos.