Un equipo de Informativos Telecinco ha sido testigo del desembarco de seis menores de edad cruzando Río Grande, en la frontera entre México y Estados Unidos. Lo han hecho con una barca hinchable, jugándose la vida y tras un largo viaje de más de dos meses desde Centroamérica.
Los más pequeños iban acompañados de sus madres, pero dos de los menores lo han hecho solos, en busca de una vida mejor.
Las imágenes se repiten prácticamente cada noche; una rutina nocturna en Río Grande, donde la distancia entre la frontera mexicana y estadounidense parece corta, pero donde las corrientes que azotan al río son sumamente peligrosas.
No obstante, ni esto último ni los militares armados en la orilla impiden que ‘los coyotes’ lleguen hasta el lugar; hombres que cobran más de 10.800 euros a cada persona por cruzar la frontera.
Migrantes indocumentados cruzan Río Grande desde México en busca de un futuro mejor. Captando lo sucedido en la pasada noche, las cámaras de Informativos Telecinco han sido testigo: “Hemos pasado hambre para poder estar aquí, en este país, para que mis hijos tengan una vida mejor”, relataba entre lágrimas una mujer, María Ilda, después de que consiguiesen llegar a la orilla.
Entre ellos había varios niños. Sin descanso, los militares que los reciben a la orilla los guiaron inmediatamente a paso ligero para entregárselos a la patrulla fronteriza.
Algunos hace más de dos meses que salieron de su casa, como María Ilda. Viajaba con sus dos hijos de 7 y 2 años, que junto a ella han logrado cruzar a la otra orilla, asustados pero emocionados.
Desde el lugar serán llevados a un centro de detención donde se les toma los datos, y una vez allí en la mayoría de las ocasiones las familias suelen ser devueltas a sus países.
A los más jóvenes, menores de edad, si tienen algún familiar en el país se les permite quedarse con él hasta que un juez decida su destino; hasta que determine si volverán a su lugar de origen o se quedarán en Estados Unidos.