La falta de más de 2.000 comadronas en el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) sigue poniendo en peligro a las mujeres y los bebés, advierten los expertos. Un claro ejemplo de ello es la escalofriante conclusión a la que llega una investigación realizada en los hospitales de las localidades inglesas de Shrewsbury y Telford por la experta en maternidad Donna Ockenden: más de 200 recién nacidos y 9 madres fallecieron por errores entre 2000 y 2019. Y no es la primera vez que se conoce una negligencia con una mujer a punto de dar a luz en esta zona de Inglaterra.
Además de las trágicos fallecimientos, 94 bebés sufrieron lesiones cerebrales, que lógicamente les cambiaron la vida, como resultado de una atención "catastrófica". Ockenden, celebrando que por fin "se escuchan las voces de las familias", analizó más de 1.800 quejas y encontró que el fideicomiso no había investigado el 43% de las muertes neonatales.
El estudio se inició después de que las familias en duelo realizaran una campaña obstinada con el fin de que se investigaran las negligencias médicas cometidas. En algunos casos, se culpó a las mujeres por perder a sus bebés, mientras que en otros se desestimaron sus preocupaciones y quejas, lo que agravó su dolor por la pérdida de un hijo.
El número de partos vaginales "naturales" revela que a las mujeres se les negaron o se retrasaron las cesáreas, lo que aumentó los riesgos, según el informe. Ockenden describió cómo, en 2011, una mujer estaba agonizando pero le dijeron que "no era nada", mientras que el personal le despreciaba y le hacía sentir "patética". Un obstetra fue más brusca aún y le llamó "perezosa".
El parlamentario conservador Jeremy Hunt, quien en 2017 ordenó la investigación de Ockenden sobre las muertes de madres y bebés en Shrewsbury cuando era secretario de salud, dijo que las cifras eran "peores" de lo que podría haber imaginado al comienzo del proceso.
Hunt espera que sea "una llamada de atención" y agregó: "Creo que las familias han jugado un papel realmente extraordinario, pero debemos preguntarnos si es moralmente correcto que necesitemos que las familias tengan que hacer campaña durante décadas para conseguir la verdad sobre por qué murió su hijo".
El secretario británico de Salud y Atención Social, Sajid Javid, señaló que "el informe de Donna Ockenden dibuja un cuadro trágico y desgarrador de fallos repetidos en la atención durante dos décadas. Lamento profundamente el dolor de todas las familias".
"Desde que se publicó el informe inicial, en 2020, hemos tomado medidas para invertir en servicios de maternidad y hacer crecer la fuerza laboral. Haremos los cambios necesarios para que ninguna familia tenga que volver a pasar por este dolor", subrayó Javid, añadiendo que "me gustaría agradecer a Donna Ockenden y a todo su equipo por su trabajo a lo largo de esta larga y angustiosa investigación, así como a todas las familias que contaron sus historias".