Dos sacerdotes junto con un jardinero han sido condenados por la Justicia argentina por abusos sexuales a niños hipoacúsicos en el Instituto Próvolo de la provincia de Mendoza, en Argentina. Los acusados han sido identificados como el cura italiano Nicola Bruno Corradi Soliman, su colega Horacio Hugo Corbacho Blanck y el empleado Armando Ramón Gómez Bravo, quienes recibieron 42, 45 y 18 años de cárcel, respectivamente.
Han sido imputados por 25 hechos relacionados con abusos sexuales debido a que habían sido denunciados por un total de diez personas. El juicio comenzó el 5 de agosto de este mismo año, y tuvo 49 jornadas previas a la sentencia, además, contó con 42 testigos.
Los acusados se negaron desde el primer momento a dar declaraciones a la audiencia. Inicialmente, el Ministerio Público Fiscal había solicitado penas de 45 años para los sacerdotes y 22 para el trabajador. La ONG Xumek, que se presentó como querellante, había planteado 50 años de reclusión para Corbacho —implicado en 16 delitos—, y 15 para los otros dos involucrados.
Además de las penas de cárcel, el Tribunal instó al Ejecutivo provincial a brindar asistencia a las víctimas, muchas de ellas violentadas con acceso carnal. En concreto, pidió al Ministerio de Salud que garantizara tratamientos psicológicos y psiquiátricos gratuitos, con intérpretes de lenguaje de señas, para poder superar los traumas de los abusos.
Llegando a solicitar al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia que aplicase subsidios, capacitaciones y pasantías laborales para que estas personas afectadas logren reinsertarse en la sociedad.