Donald Trump llama "agujeros de mierda" a El Salvador, Haití y países africanos
A falta de unos días de cumplir un año ya en la Casa Blanca, hoy Trump se va a someter al chequeo médico anual, que habitualmente se hacen los presidentes de Estados Unidos. "Creo que va a ir muy bien" ha dicho el magnate y después, un micro abierto, le ha pillado diciendo que “de lo contrario la bolsa se resentirá”.
Su salud física ha sido asunto de debate ya desde la campaña electoral. Entonces, en los análisis que presentó sólo apareció colesterol y sobrepeso. Algo que llama mucho la atención por su estilo de vida. Con sus 71 años, su único deporte es el golf, duerme poco, y es un amante confeso de la comida rápida. Su cena favorita son dos hamburguesas de tamaño grande, dos sándwiches de pescado y un batido de chocolate: en total, 2.400 calorías.
Pero esta revisión no incluirá un examen mental como piden los demócratas, después de que el libro "Fuego y Furia" destacara sus pérdidas de memoria y que sus colaboradores le ven como un niño. Él asegura que es un genio muy estable. Mientras ya nos estamos acostumbrando a sus ataques de cólera en Twitter, a sus erráticas en intervenciones públicas y a sus continuas polémicas.
La última ha sido durante una reunión en la Casa Blanca. Según se ha filtrado en varios medios estadounidenses, tras escuchar una propuesta de ayudas migratorias para Haití, El Salvador y países africanos, Trump preguntó: "¿Por qué tenemos a toda esta gente de países que son un agujero de mierda viniendo aquí?"