Lo que parecía que se iba a convertir en un gran boicot contra la empresa de alimentos hispanos de origen español más importante de Estados Unidos, Goya, definitivamente se ha transformado, en cuestión de días, en la mayor promoción publicitaria internacional de su historia.
Y es que, la imagen en la cuenta de Instagram del presidente Donald Trump, fotografiado en el Despacho Oval de la Casa Blanca junto a una variedad de productos Goya, ha dado la vuelta al mundo. La suya, y la publicada en Twitter por su hija Ivanka, también asesora del mandatario, quien posó con una lata de frijoles de la marca hispana, posicionándose claramente contra el rechazo que la compañía venía sufriendo en los últimos días por parte de miles y miles de personas.
Todo comenzó el martes de la semana pasada cuando Robert Unanue, presidente de Goya y nieto del fundador de la corporación, asistió a una ceremonia en la Casa Blanca, donde Trump firmó, como parte de la Iniciativa de Prosperidad Hispana, una orden ejecutiva implementada para mejorar el acceso de los hispanoamericanos a las oportunidades educativas y económicas.
Durante su discurso, Unanue recordó los orígenes de la compañía fundada en Nueva York en 1936 por sus abuelos españoles, Don Prudencio Unanue y Carolina, convertida con los años en “una empresa multimillonaria con edificios a lo largo del mundo”. Goya Food, referente en la industria alimentaria latinoamericana, ha apoyado multitud de causas solidarias. El presidente de Goya aprovechó la ocasión para anunciar una “donación de un millón de latas de garbanzos cultivados en los Estados Unidos y más de 450 toneladas de productos a bancos de alimentos en todo el país”. “Siempre hacemos donaciones, pero en este momento particular queríamos hacer este regalo”, anticipó como parte de su compromiso con la Iniciativa de Prosperidad Hispana, para paliar la crisis de las familias afectadas por el Covid-19. Actualmente, Goya cuenta con más de 4.000 trabajadores y tiene 26 instalaciones distribuidas en Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y España.
La polémica se desató cuando Unanue, durante su exposición en el Jardín de las Rosas, además señalar el lado más solidario y comprometido de la empresa que lidera, elogió al presidente de los Estados Unidos: “Hoy me siento muy honrado. Todos estamos verdaderamente bendecidos por tener un líder como el presidente Trump, que es un constructor. Eso es lo que hizo mi abuelo, él vino a este país para construir, crecer y prosperar. Tenemos un constructor increíble, y rezamos por nuestro liderazgo, rezamos por nuestro presidente".
Una lluvia de críticas surgió inmediatamente cuando miles de consumidores, mayoritariamente latinoamericanos, se mostraron en desacuerdo con los piropos al presidente Trump. Los hashtags #BoycottGoya, #GoyaFoods y #Goyaway (#Goyavete) se volvieron tendencia en Twitter y otras redes sociales. Políticos demócratas como la congresista de origen puertorriqueño Alexandria Ocasio-Cortez y el ex precandidato presidencial Julián Castro, así como grandes estrellas del entretenimiento como Lin-Manuel Miranda, la cantante Cher, o la internacional modelo Chrissy Teigen, se sumaron a la campaña de boicot.
Ocasio-Cortez, la voz más influyente del sector de la izquierda, dijo que aprendería a cocinar ella misma los productos que fabrica Goya.
El ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, reconoció que Goya ha sido un producto básico en muchos hogares latinos, pero alentó a los estadounidenses a reconsiderar la compra de Goya después de la aparición de Unanue en la Casa Blanca.
José Andrés, reconocido chef y filántropo español, no llegó a decir que boicotearía la marca pero criticó a Trump y sus políticas sobre la detención de niños inmigrantes indocumentados, entre otras políticas: “Seamos claros @GoyaFoods El presidente Trump ha dejado a los latinos y a muchos estadounidenses hambrientos. Jaulas para Niños Latinos. Ha olvidado a la comunidad latina a través de esta pandemia. Ha llamado violadores a los Mexicanos. ¿Somos bendecidos? Creo que los latinos estamos siendo maltratados…”
Quienes presionan para boicotear los productos Goya lo hacen en base a las declaraciones despectivas hacia los hispanos que Trump ha realizado desde su primera campaña electoral. En sus publicaciones, los usuarios recordaban que a los inmigrantes mexicanos los llamó “criminales”; que bajo una política de “tolerancia cero”, ha separado a cientos de familias inmigrantes en la frontera de México y Estados Unidos, o su insistente intención de construir un muro fronterizo en el sur del país. Su actitud hacia Puerto Rico y su población, que dicen sentirse tratados como “ciudadanos de segunda” también salió a la luz en las redes.
En contraposición, también miles de simpatizantes del presidente y otras personalidades destacadas dieron la réplica con la etiqueta #BuyGoya (#CompraGoya) lanzando mensajes y videos para respaldar la marca. Sus partidarios señalaron que, a principios de este año, Goya donó 136.000 kg de alimentos (unas 270.000 porciones de comidas), a bancos de alimentos y organizaciones para ayudar con la crisis del coronavirus.
Trump también hizo público su "amor" por Goya.
Con respecto a las polémicas alabanzas al presidente Trump, Unanue se mantuvo firme en sus declaraciones durante una aparición en el programa “Fox&Friends” de la FOX: “Esto es reprimir (la libertad) de expresión. No pediré disculpas, -y especialmente cuando te llama el presidente de Estados Unidos- no vas a decir, no, lo siento, estoy ocupado, gracias". "No le dije eso a los Obama ni se lo dije al presidente Trump", agregó.
En medio de toda la polémica, el ambiente se caldeó más aún cuando la hija del presidente de la nación se fotografió sosteniendo una lata de frijoles de Goya. Junto a la imagen escribió el tradicional eslogan de la marca: “Si es Goya, tiene que ser bueno”, escribió en inglés y español la también asesora también del mandatario, Ivanka Trump. En menos de cuatro horas la publicación tenía 35.000 retuits y 62.000 "Me gusta".
Su padre lo secundó con un tuit: "Goya Food lo está haciendo GENIAL. La maquinaria de izquierda radical ha fracasado, ¡Las personas siguen comprando como locas!", además de publicar en Instagram una sorprendente fotografía desde su despacho oficial, con una gama de productos de la marca, mientras alza los pulgares de sus manos.
Sin embargo, los vigilantes del Gobierno consideran que los comentarios de la hija del presidente, como asesora del mismo al igual que lo es su marido, podrían estar violando las normas éticas que “prohíbe a los trabajadores del poder ejecutivo a hacer promoción o respaldar a alguna organización, producto, servicio o persona”.
La portavoz de la Casa Blanca, Carolina Hurley, dijo en un comunicado, en defensa de la segunda hija de Melania Trump y su marido, que "sólo los medios de comunicación y el movimiento de cancelar cultura, criticarían a Ivanka por mostrar su apoyo personal a una compañía que ha sido injustamente burlada, boicoteada y ridiculizada por apoyar a esta administración, una que ha luchado constantemente por la comunidad hispana". "Ivanka está orgullosa de este fuerte negocio de propiedad hispana con profundas raíces en los Estados Unidos y tiene todo el derecho de expresar su apoyo personal", dijo Hurley. Pero Ivanka Trump envió el tweet desde una cuenta personal que cumple la doble función de relatar su trabajo en la Casa Blanca.
La Oficina de Ética dice que, si un funcionario incumple esta norma, podría ser “encarcelado, multado, rebajado de categoría o despedido por violar una disposición ética”. Teniendo en cuenta que el presidente ha apoyado públicamente, como su hija, los productos Goya, es “altamente improbable” que este tome medidas al respecto.
Walter Shaub, quien en 2017 abandonó la dirección de la Oficina de Ética por considerar que las reglas eran poco estrictas, dijo que los tweets y las fotos equivalían a "una campaña oficial de la administración Trump para apoyar a Goya, lo que deja en claro que el tweet de Ivanka fue una violación del mal uso de regulaciones de posición".
En el caso de Trump, como presidente, está exento de muchas de las reglas que los trabajadores federales deben seguir, por lo que tiene capacidad para promocionar los producto, en este caso de Goya, por el rango que ostenta en la Casa Blanca.
Ante un revuelo de tal magnitud y como consecuencia del boicot, muchos medios vaticinaron un desplome en las ventas de la empresa de alimentos preferida de la comunidad hispana. Sin embargo, en contra de lo esperado, la demanda de sus productos ha aumentado al punto de generar un “boicot inverso”, provocado sin lugar a dudas por el respaldo del presidente Trump y su hija Ivanka. Según algunos medios de comunicación, partidarios del máximo líder republicano, las ventas de Goya Food se han triplicado en apenas dos semanas.