Hoy se cumplen diez años de la tragedia del barco Costa Concordia. El 13 de enero de 2012, el enorme crucero se aproximó a la isla del Giglio, en la costa toscana, en una incomprensible maniobra para "saludar a la madre de un miembro de la tripulación". Al hacerlo, el barco impacto con un escollo. En el crucero viajaban 4.229 personas, en el naufragio murieron 32 viajeros y 64 más resultaron heridos.
El capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, fue el responsable de la imprudente maniobra y también fue uno de los primeros que abandonó la nave y se puso a salvo, dejando a los 4.229 pasajeros a bordo. Tras el impacto, se informó por megafonía a los viajeros que el barco solo había sufrido un fallo técnico, pero esa misma noche el Costa Concordia se ladeó y naufragó. Entonces se organizó la evacuación de los pasajeros. Para entonces Schettino ya se encontraba en a salvo, en tierra firme.
Dice una norma marinera que primero son las mujeres y los niños los que deben ser evacuados de un naufragio, después los pasajeros barones, luego la tripulación y, por último, el capitán del barco. Pero Francesco Schettino, responsable además con su imprudencia del propio naufragio, decidió saltar a una lancha y ponerse a salvo antes de que comenzase la evacuación de los pasajeros.
El capitán del Costa Concordia cumple una condena de 16 años de prisión desde 2017 por los cargos de naufragio culposo, homicidio culposo, abandono de nave y por no haber informado a las autoridades portuarias de la colisión que provocó el accidente y posterior naufragio. En los cinco años que transcurrieron desde el naufragio hasta el juicio y condena definitiva que lo llevaron a prisión, Schettino estuvo viviendo en su casa de Meta di Sorrento. Fue en ese tiempo donde escribió el libro 'La veritá sommerse' (Las verdades sumergidas) donde contaba 'su verdad' sobre el accidente, en la que se exculpa completamente de todo lo que ocurrió. El libro es un 'best-seller' en Italia.
Fue dos años después del naufragio cuando se hicieron públicas unas imágenes en vídeo donde se ve a Schettino subirse a una lancha para abandonar apresuradamente el Costa Concordia antes de que comenzara a hundirse. En el juicio, el capitán aseguró que no dio la voz de alarma para no provocar el pánico entre los pasajeros.
El Costa concordia, que era el "mayor barco construido en Italia", estuvo encallado en Giglio más de dos años, hasta que consiguió ser reflotado en el año 2014 para ser remolcado hasta Génova, donde fue desmantelado tras 22 meses de trabajo. Durante las maniobras de reflotamiento, en febrero de 2014, falleció un submarinista español.