Alabama ha aprobado una ley con la que prohíbe el aborto en todo el estado. La única excepción que contempla es si la salud de la madre corre peligro. Esta ley, que entrará en vigor en un plazo de seis meses, se ha convertido en la más restrictiva .
A raíz de la aprobación de esta ley, Dina Zirlott, una mujer de 31 años de Alabama escribió al 'Huffington Post' un texto en el que cuenta una experiencia, su historia, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre lo que supone esta medida.
Ella fue violada a los 17 años por un compañero de clase. Descubrió que se había quedado embarazada a los ocho meses. Cuando fue al médico le explicaron que su futura hija padecía hidranencefalia: su cerebro no había desarrollado los dos hemisferios y, por ello, el hueco que quedaba estaba lleno de líquido cefalorraquídeo. No obstante, la niña seguía desarrollándose porque su cerebelo y el tronco encefálico se ocupaban de sus funciones vitales, esto es, la mantenían con vida. Le explicaron que, en el caso de que naciera, su hija sufriría y moriría muy joven. Esto no sirvió como pretexto para que la mujer pudiera abortar, ya que se encontraba en un estado avanzado del embarazo y no se lo permitían.
Por lo tanto, la mujer tuvo a su hija el 27 de octubre de 2005, una niña que tuvo apenas año y medio de vida, puesto que murió el 6 de marzo de 2007 en una sala de urgencias. "Tengo un asiento reservado en primera fila para presenciar el sufrimiento de mi hija durante todo un año", subraya en su texto la mujer.
Actualmente la mujer cuenta con tres hijas, pero no quiere que ninguna de ellas pase por lo mismo. Es ese uno de los motivos que le impulsaron a escribir estas líneas: "Por eso alzo cada vez más la voz y uno esta voz a la de la multitud, porque no quiero para mis hijas lo que viví yo".