Más de 400 manifestaciones inundan Estados Unidos contra las últimas leyes antiaborto. Y es que hasta ocho estados han aprobado medidas que penalizan la interrupción del embarazo. El último en hacerlo ha sido Alabama, donde las mujeres no podrán abortar en casos de violación o incesto. Solo tendrán acceso al procedimiento en caso de que su vida esté en riesgo. De lo contrario, la pena para el médico que lo practique llega hasta los 99 años de prisión.