Más de 50.000 números de teléfono han sido espiados con el spyware israelí Pegasus. Entre ellos se encuentran personalidades como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el rey de Marruecos, periodistas, directores de grandes empresas y dos parejas de Jamal Khashoggi, el periodista saudí asesinado. Este software espía, que fue creado para observar a terroristas y narcos, ya fue usado para acceder a los teléfonos móviles de dirigentes políticos como es el caso de Roger Torrent, el presidente del Parlamento de Cataluña.
Amnistía Internacional y Forbidden Stories tuvieron acceso a una lista de más de 50.000 números de teléfono y los compartieron con hasta 16 medios de comunicación que los usaron para sus reportajes de investigación.
La compañía israelí NSO, responsable del spyware Pegasus, asegura que el mandatario francés Emmanuel Macron no era un objetivo del espionaje y niega que su presencia en la lista signifique que, efectivamente, su teléfono haya sido víctima de escuchas o hackeos.
De los 50.000 teléfonos presenten en la lista, los investigadores han identificado a 1.000 personas de 50 países distintos. Entre ellos, hay miembros de familias reales árabes, 65 altos cargos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas y más de 600 políticos y funcionarios gubernamentales, incluidos jefes de Estado y de Gobierno, ministros y diplomáticos. Junto a Macron, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, el primer ministro paquistaní, Imran Khan o el rey de Marruecos Mohamed VI también figuran entre los afectados.
The Washington Post y los otros medios no han podido averiguar el por qué de esa lista de 50.000 nombres. Tampoco saben quién creó el listado y cuántos de los teléfonos realmente fueron espiados. A medida que continúa avanzando la investigación, más nombres de importantes personalidades internacionales continúan saliendo a la luz.
El mayor número de esos 50.000 teléfonos -15.000- son de México y pertenecen a políticos, periodistas y sindicalistas, sobre todo. Otro número importante de víctimas del espionaje se sitúan en Catar, Yemen, Emiratos Árabes Unidos y Baréin.
Entre los periodistas hay profesionales de la CNN, The Associated Press, Voice of America, 'The New York Times', 'The Wall Street Journal', Bloomberg, 'Le Monde', 'Financial Times' o Al Yazira. La investigación inicial ha estado a cargo del consorcio de medios Forbidden Stories, con sede en París, que asegura que las pruebas han sido obtenidas de los propios teléfonos a través de un análisis forense realizado por el laboratorio de seguridad de Amnistía Internacional.
Pegasus es un software de espionaje creado por la empresa israelí NSO Group e ideado para perseguir a criminales y terroristas. La empresa lo vende hasta 60 agencias militares, de inteligencia o de seguridad en 40 países de todo el mundo pero no detalla a cuales. Pegasus no está disponible para empresas y particulares, solo para los estados e instituciones gubernamentales.
El programa de espionaje se instala cuando el usuario pincha en un enlace desde su teléfono y sirve para recopilar correos electrónicos, llamadas y mensajes de texto. En ocasiones se puede instalar sin el enlace, según The Washington Post, que ha indicado que se revelará más información en los tres próximos días.
Este programa de espionaje israelí Pegasus ya saltó a las portadas de los medios de comunicación en 2016 cuando el Citizen Lab de la Universidad de Toronto descubrió vulnerabilidades en el iOS, el sistema operativo móvil de Apple.
Años después, en 2019, 1.400 personas, entre ellas varios políticos catalanes, incluyendo el entonces presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, fueron espiados con Pegasus, que aprovechó una vulnerabilidad de WhatsApp para infiltrarse en los teléfonos.
En declaraciones a The Washington Post, NSO ha defendido que sus programas ayudan a salvar vidas y evitan ataques criminales. Fue creado para espiar a narcotraficantes y terroristas.
NSO, consultado antes de la publicación de la noticia, ha negado ya que se haya utilizado su tecnología para espiar a Macron y ha señalado errores y conclusiones precipitadas de la investigación.