El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, ha asegurado el domingo que las fuerzas ucranianas todavía controlan parte de la asediada ciudad de Mariúpol y que seguirán combatiendo a pesar del ultimátum dado por Rusia de madrugada.
El asedio ruso no cesa y los ucranianos resisten y dicen que no se rendirán. Mariúpol está convertida en ruinas y solo quedan unos pocos militares que siguen combatiendo. La caída parece cuestión de tiempo, pero la resistencia luchará hasta el final porque no bajarán los brazos.
"La ciudad sigue sin caer", ha declarado el primer ministro ucraniano en declaraciones a la cadena estadounidense ABC. "Los militares van a luchar hasta el final", ha añadido.
En la misma entrevista, Shmigal declaró su intención de mantener en los próximos días una reunión con responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI) para garantizar un préstamo de ayuda al país en su guerra contra Rusia.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, Oleksandr Motuzianik, también ha confirmado en rueda de prensa que las fuerzas ucranianas siguen resistiendo a pesar de que Rusia sigue enviando refuerzos para proseguir su avance.
"La situación en Mariúpol es difícil y dura. La lucha está ocurriendo en este momento. El Ejército ruso está llamando constantemente a unidades adicionales para asaltar la ciudad", ha declarado el portavoz.
El diputado del partido prorruso Plataforma Opositora por la Vida, Viktor Medvedchuk, ha solicitado a los presidentes de Ucrania y Rusia, Volodimir Zelenski y Vladimir Putin, respectivamente, que le intercambien por residentes de la ciudad de Mariúpol, ahora bajo el asedio de las tropas rusas desde hace varios días.
"Quiero dirigirme al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y al presidente de Rusia, Vladimir Putin, con una propuesta para intercambiarme por defensores y residentes de Mariúpol, bloqueada y sin acceso seguro a través de corredores humanitarios", ha demandado Medvedchuk, tal y como se ve en una grabación publicada por los Servicios de Seguridad ucranianos.