La actriz Demi Moore publicará 'Inside Out', sus memorias. El relato de su niñez hasta hoy, sus peores momentos y la fuerza con la que salió de ellos.
Los padres de la actriz eran alcohólicos y siempre se estaban mudando por las deudas y las infidelidades, cuando tenía 12 años su madre se intentó suicidar por primera vez: "Recuerdo usar mis dedos de niña para sacar las pastillas de la boca de mi madre" escribió en su libro. Su madre intentó suicidarse en varias ocasiones. Su padre resultó no ser su padre biológico lo que provocó en la niña un sentimiento de ''no merecerse vivir''. A raíz del divorcio, viviría con su inestable madre.
Moore relata un traumático capítulo que le sucedió cuando tenía 15 años, su madre le llevaba a bares para llamar la atención de los hombre y una noche cuando llegó a su apartamento se encontró con un hombre mayor que conocía, la violó y le dijo: "¿Cómo sienta que tu madre te prostituya por 500 dólares?" Cuando fue preguntada en Good Morning America si creía que su madre lo habría hecho respondió que no lo creía: "No creo que haya sido una transacción sencilla aunque le dio acceso y me puso en peligro".
Después de eso, intentó reconducir su vida. Comenzó a presentarse a castings para convertirse en actriz cuya única práctica era la que iba adquiriendo por sí misma. A los 19 años obtuvo el papel que le daría la fama que necesitaba en 'Hospital General'. Sin embargo, fue al mismo tiempo que empezó a consumir alcohol y cocaína abusivamente. Conforme crecía su fama también lo hacía su adicción.
Se convirtió en productora y en la actriz mejor pagada de Hollywood con un salario de 12,5 millones de dólares. Ante las críticas, sobre todo por ser mujer con salario tan alto algunos periodistas le llamaban: 'Gimme Moore' pero ella respondía: "¿Por qué no se debería pagar a las mujeres por la calidad del trabajo que hacen? Sólo pido que me traten igual, ni mejor ni peor."
Moore recuerda que durante los noventa el clima en el cine para las mujeres era distinto, delante de cámara relegadas a un segundo plano por un protagonista masculino en la mayoría de ocasiones y detrás de cámaras aguantando críticas y los métodos de productores similares a Harvey Weinstein.
La actriz, no obstante, se ha mantenido fuerte, a pesar de las recaídas en los centros de rehabilitación y su momento más duro en 2012 tras su divorcio con Ashton Kutcher: "Me estaba desmoronando. Ya no tenía carrera. Ni una relación. [...] Lo siguiente que recuerdo es que todo se volvió borroso y me podía ver a mí misma desde fuera. Estaba flotando fuera de mi cuerpo en colores que se arremolinaban y parecía que quizás era mi oportunidad: sentí que podía dejar atrás el dolor y la vergüenza de mi vida". En su libro 'Inside Out' relata cómo consiguió salir de estas situaciones gracias a su propia fuerza de voluntad.