Estados Unidos ha alcanzado los 16.432.408 casos confirmados del coronavirus por la enfermedad de la covid-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. Con estos datos, el país, con los peores datos del mundo, ha superado de largo las primeras estimaciones de víctimas mortales de la Casa Blanca. No obstante, la esperanza en forma de vacuna, ya está en los brazos de los primeros norteamericanos.
El estado de Nueva York sigue como el más golpeado del país por la pandemia con 35.643 muertos, seguido por Texas (24.440), California (21.087), Florida (20.003) y Nueva Jersey (17.775).
Otros estados con un gran número de decesos son Illinois (15.454), Pensilvania (12.558), Massachusetts (11.388), Michigan (11.289) y Georgia (10.104).
En cuanto a contagios, California suma 1.599.852; le sigue Texas con 1.419.241; tercero es Florida con 1.134.383; Illinois es cuarto con 856.118; y Nueva York, quinto con 784.204.
El balance provisional de fallecidos -300.586- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente saliente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que cuando Trump abandone el poder el próximo 20 de enero habrán muerto 380.000 personas y para el 1 de abril 500.000.
Con estas cifras, los primeros ciudadanos ya se han puesto la vacuna de Pfizer. Son personal sanitario y ancianos en residencias. La primera persona en recibir la vacuna ha sido Sandra Lindsey, una doctora, que dice sentirse aliviada. Ha visto morir a mucha gente en la UCI de Nueva York, el estado más golpeado por la pandemia. Por los 27 pacientes que ha perdido y por sus familias, ha dicho que acoge la vacuna con esperanza.
En Los Ángeles han animado a la población incluso en español, para ganarse la confianza de la comunidad hispana.
El secretario de defensa de Donald Trump, Christopher Miller, se ha tomado con humor el momento de la inyección.
Estados Unidos se ha marcado un reto: administrar casi tres millones de dosis en sólo una semana. Es la campaña de vacunación más grande Estados Unidos.