El coronavirus no conoce fronteras y Estados Unidos está inmerso en una crisis sanitaria sin precedentes Donde hace unas semanas más de un millón y medio de personas abarrotaban estas calles celebrando el carnaval, hoy se contiene la respiración.
Porque en Nueva Orleans la expansión del brote se acelera y es ya es segundo foco de Estados Unidos, después de Nueva York. Y todo en un país sin sanidad pública universal. Donald Trump, invocando una ley de guerra, ha obligado a la General Motors a fabricar respiradores.
También ha firmado un histórico rescate de 2,2 billones de dólares para mitigar los efectos de la inactividad. Con más de 105.000 casos, Estados Unidos es con diferencia el país con más positivos Los 615.000 contagios oficiales de la COVID-19 por todo el planeta se reparte entre más de 200 territorios. Casi el 40 % de la población mundial está confinada, y las restricciones se suceden a diario.
Este sábado varias compañías han suspendido sus vuelos internacionales y en Rusia se han cerrado los lugares públicos... Mientras, en Kenia imponen el toque de queda incluso a tiros. El nuevo barco de los malditos es un crucero holandés con decenas de contagiados y cuatro muertos entre sus 1800 ocupantes. Espera en vano atracar en un puerto. Tras el rechazo de Chile y Perú, ahora es Panamá quien niega el cruce por su canal.