Lee Man Hee, fundador y líder espiritual de la Iglesia de Jesús Shincheonji, una secta cristiana de Corea del Sur, se enfrenta a cargos criminales, entre ellos el de homicidio, por haber obstruido presuntamente los esfuerzos para contener el Covid-19.
El líder de la secta y doce de sus seguidores están acusados de retener los nombres de miembros de la secta que podrían haber resultado contagiados con el virus y por tanto obstruir los esfuerzos de las autoridades sanitarias para contener la propagación en el centro de la propagación.
Los fiscales en Seúl argumentan que la secta violó las leyes relativas a detener la propagación de enfermedades infecciosas y, por tanto, debería ser responsable de las muertes de algunas de las víctimas, según informa DPA.
En total, en Corea del Sur se han registrado hasta este lunes 4.212 casos y 22 muertes. Del total de casos, 3.801 pacientes proceden de Daegu, en cuya sucursal de la citada secta se habrían producido buena parte de los contagios. Según la agencia Yonhap, el 57 por ciento de los contagiados en esta ciudad de 2,4 millones de habitantes están vinculados con la secta.
El contagio habría sido desencadenado por una mujer de 61 años, asidua de la secta, a la que se diagnosticó el coronavirus el 18 de febrero y que visitó la iglesia en cuatro ocasiones antes y después de constatar los primeros síntomas.
Uno de los casos más particulares relacionados con esta secta es la del enfermo actual más joven del mundo un bebé de solo 45 días que se contagió porque su padre, seguidor de esta Iglesia, dio positivo en el brote.