El Gobierno de Corea del Sur ha decidido que a los perros y gatos que estén expuestos a alguien infectado y sean sospechosos de padecer el coronavirus, se les haga la prueba.
Lo ha comunicado a través del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, según recoge Mirror. Si en el momento en el que se realice la prueba, alguna mascota da positivo, su dueño deberá seguir el protocolo establecido como si hubiese estado en contacto con una persona infectada, y aislarse.
Aunque al principio había un poco de confusión sobre las infecciones en animales, desde la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) han confirmado que se han producido varios casos de trasmisión del virus de humanos a animales. así, se han detectado casos en todo el mundo de gatos o perros con la covid, aunque es un porcentaje ínfimo.
Esta decisión ha sido tomada después de anunciar que Corea del Sur pretende comenzar su campaña de vacunación contra la COVID-19 en febrero, inoculando en primer lugar a sanitarios que trabajan en primera línea contra la pandemia, y a continuación a cientos de miles de mayores y dependientes, según el plan presentado.
La llegada de las primeras partidas de vacunas (fabricadas en este caso por AstraZeneca) al país asiático está prevista para final de febrero y los primeros pinchazos serán para unos 50.000 sanitarios que trabajan en los hospitales que están tratando a pacientes de COVID-19 en la región capitalina.
Seúl y sus regiones aledañas, con unos 26 millones de habitantes (más de la mitad de la población nacional) tienen la mayor densidad de población del país y registran la mayoría de contagios.
Después, se vacunarán unas 780.000 personas mayores y dependientes hasta final de marzo, según informó hoy Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades Infecciosas (KDCA).
A su vez, a mediados de marzo comenzarán las vacunaciones de unos 440.000 sanitarios, paramédicos, investigadores epidemiológicos o personas que trabajan en el sistema de cuarentena nacional.
A partir de abril, los mayores de 65 años y el personal que trabaja en centros de mayores y personas dependientes -unos 9,4 millones de habitantes- recibirán sus dosis.
También se incluirá en esta segunda fase a unos 380.000 sanitarios de clínicas pequeñas, así como a farmacéuticos, según el KDCA.
En el tercer trimestre será el turno de las personas con enfermedades crónicas y aquellos entre los 64 y los 19 años.
Las embarazadas y los menores de 19 quedarán excluidos en principio de la campaña mientras se siguen analizando los posibles efectos secundarios de las vacunas, aunque podrían ser incluidos más adelante en función de los estudios que se realicen.
De este modo, el país espera haber vacunado al 70 % de la población para septiembre y alcanzar la llamada inmunidad de rebaño (80-90 % de la población) en noviembre, tal y como ya adelantó el KDCA esta semana.
A través del programa COVAX y de contratos con cuatro farmacéuticas diferentes (AstraZeneca, Pfizer, Johnson & Johnson y Moderna) el Gobierno de Corea del Sur (que tiene 51,6 millones de habitantes) asegura tener vacunas suficientes para 56 millones de personas este año.