Una de las consecuencias de la huida de Meghan y Harry de la familia real británica es la grieta que ha provocado en la relación entre Harry y Guillermo. Este último declaró que siempre había arropado a su hermano pero que ya no le era posible hacerlo más, tras la decisión de este de apartarse de la familia real para proteger a su familia. El fantasma de su madre Diana sigue muy presente en la vida de ambos, pero más en la de Harry que no quiere que Meghan pase por el acoso mediático que esta sufrió y que fue uno de los desencadenantes de su muerte. No se sabe si apartarse del día a día de la Casa Real provocará ese efecto o el contrario, pero lo cierto es que Harry ha dejado claro con tristeza que no le quedaba más opción para proteger a su mujer y a su hijo.
El lado más humano de la historia se centra en estos dos hermanos que siempre había sido uña y carne y los más queridos de la Casa Real. Y parece que tanto ellos como sus parejas han mantenido encuentros secretos para impedir que la separación de los hermanos rompa su relación. Las conversaciones se mantuvieron en un segundo plano a las mantenidas con la reina Isabel II. Desvela The Sun que 'Guillermo y Harry han pasado tiempo juntos en privado para salvar su relación como hermanos. Ellos son los que han impulsado los mismos, aunque Kate y Meghan también habrían aportado su granito de arena. Parece que el deshielo entre ambas parejas se ha producido porque el propio Harry se ha dado cuenta de que viviendo en otro país si no arreglaba las cosas con su hermano ahora no lo haría nunca. Es cierto que Guillermo no está de acuerdo con su decisión. Más compleja parece ser la relación de Harry con su padre Carlos, muy contrariado por sus actos.
La prensa británica no está teniendo piedad con Meghan a la que culpa de la decisión de Harry. Considera que este es uno de los miembros más queridos de la Casa Real hasta la fecha y que ahora ha renunciado a ella para meterse en el negocio de Hollywood. Un mundo que no es el suyo sino el de Meghan. Y recuerdan que Lady Di cuando dejó de pertenecer a la Casa Real por su divorcio siguió trabajando con igual empeño en causas benéficas para la Casa Real y tenía más presión mediática de la que Meghan ha tenido nunca. No, aunque los hermanos se perdonen y sigan juntos, no parece que los medios británicos vayan a olvidar lo que Harry ha hecho a la que siguen considerando intocable: la reina Isabel II, que no gana para disgustos.
Y la realidad es que si se revisan las primeras entrevista de Harry cuando conoció a Meghan y la presentó en sociedad, el hijo de Diana siempre creyó que su mujer podría con la presión. Sabía lo que padeció su madre y se lo advirtió. Tuvo conversaciones francas con ella y la advirtió que aunque todo pareciera un cuento de hadas a primera vista "no resultaría fácil para nadie", integrarse en la Familia Real y sus costumbres. Lo confesó en ‘The Telegraph’ donde, sin embrago, se mostraba convencido de que su chica podría con todo: "Pero sé que al final del día ella me elige y yo la elijo a ella, y por lo tanto, sea lo que sea que tengamos que enfrentar juntos o individualmente, siempre lo haremos como un equipo, así que creo que ella será capaz... Ella es capaz de cualquier cosa". No ha sido posible.