La mayoría de las teorías conspiratorias contra las vacunas del covid provienen de las mismas 12 personas. Según se desprende de un estudio, estas personas y sus organizaciones están detrás del 65% de la propaganda anti-vacuna falsa que circula en redes sociales.
La vacuna es la mejor medicina contra el covid, según los médicos. Sin embargo, el movimiento anti-vacuna está más activo que nunca debido a la pandemia de coronavirus. Un reciente estudio concluye que la mayoría de las teorías antivacunas que circulan en la red son promovidas por las mismas 12 personas.
"En internet hay un pequeño grupo de individuos que no tienen experiencia médica relevante y tienen sus propios fondos, que están abusando de las redes sociales para tergiversar la amenaza de la covid y difundir desinformación sobre la seguridad de las vacunas", afirma Imran Ahmed, uno de los responsables del informe.
El estudio hecho entre el 1 de febrero y el 16 de marzo de 2021 por el Centro sin fines de lucro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH) y Anti-Vax Watch, una organización que monitorea la industria antivacunas, sostiene que tras analizar 812.000 publicaciones de Facebook y Twitter, el 65% de ellas fueron iniciadas por esas 12 personas y sus instituciones.
"Los activistas antivacunas en Facebook, YouTube, Instagram y Twitter alcanzan más de 59 millones de seguidores, lo que las convierte en las plataformas de redes sociales más grandes e importantes", sostiene Imran Ahmed, director ejecutivo del CCDH.
Según la investigación, tras estas informaciones falsas están Joseph Mercola, Robert F. Kennedy, Jr., Ty y Charlene Bollinger, Sherri Tenpenny, Rizza Islam, Rashid Buttar, Erin Elizabeth, Sayer Ji, Kelly Brogan, Christiane Northrup, Ben Tapper y Kevin Jenkins.
Muchas personas que no siguen a estos perfiles comparten información anti-vacuna que ellos publican. De hecho, la mayoría de los post de anti-vacunas que se comparten partieron de este pequeño grupo de cuentas.
La influencia de los anti-vacunas varía en las distintas redes sociales. En Twitter tienen una influencia del 17%, porcentaje que se eleva enormemente, hasta el 73% en Facebook.
Los responsables del estudio pretenden que las plataformas de redes sociales actúen ante informaciones de dudosa veracidad sobre las vacunas. "La desinformación se ha convertido en una amenaza directa para la salud pública", afirma Ahmed.
"Las redes sociales están permitiendo a los anti-vacunas recluten a millones de estadounidenses y los adoctrina en el miedo y la duda. Así, la pandemia se prolongará y se perderán más vidas", sostienen.
CCDH y Anti-Vax Watch aseguran que a finales de abril la mayoría del grupo seguía en Facebook y Twitter. Aunque algunas de ellas si se han cerrado en las últimas semanas. Para los responsables del estudio esto es un fracaso de la industria tecnológica porque estos anti-vacunas son un “grupo organizado de propagandistas profesionales”.
“Producen manuales de capacitación para activistas, adaptan sus mensajes para diferentes audiencias y organizan reuniones similares a las conferencias anuales de comercio, como cualquier otra industria", concluye el responsable de la investigación.