El conocido virólogo Andrea Crisanti, de la Universidad de Padua, no descarta que pueda haber un confinamiento en Italia en Navidad como forma de rebajar el aumento de los contagios de coronavirus, a pesar de que el Gobierno insiste en que no está prevista esta medida.
"Creo que un confinamiento en Navidad está en el orden de las cosas: así se podría reiniciar el sistema, disminuir la transmisión del virus y aumentar el rastreo de contactos. Como estamos, el sistema está saturado", explicó el experto en una entrevista en la televisión pública RAI.
Crisanti citó el ejemplo de Reino Unido, que ha decidido cerrar durante las vacaciones escolares, aunque en Italia las cifras son mucho menores que en otros países europeos en esta segunda ola.
Este martes, los nuevos contagios se acercaron a los 6.000 y los fallecidos fueron 41, bajos respecto a otros países pero los casos han ido creciendo inexorablemente en las últimas semanas y días.
El Gobierno de Giuseppe Conte, que ordena por decreto gracias al estado de emergencia extendido hasta el 31 de enero de 2021, ha adoptado medidas como la imposición de la mascarilla siempre, el cierre anticipado de bares y restaurantes o la prohibición de partidos de deportes de contacto entre amigos, así como celebrar fiestas privadas, entre otras.
"El impacto que tendrán las medidas adoptadas por el Gobierno se conocerá en un par de semanas", señaló Crisanti.
Para este virólogo, "los medios de transporte abarrotados son una situación que favorece el contagio. Se podría obligar a los pasajeros a llevar mascarillas quirúrgicas y prohibir la entrada con las mascarillas caseras. Esto tendría más efecto que disminuir el aforo".
Lo dijo mientras hoy el Ejecutivo está debatiendo precisamente sobre cómo mejorar el transporte público en esta pandemia.
Crisanti insistió en que "más que medidas de comportamiento, hay que detener el virus: en 15 días no me gustaría estar hablando de entre 10 y 12.000 casos diarios".
Según el profesor, "el sistema ha colapsado, a medida que han aumentado los casos, la capacidad de rastreo de contactos y de pruebas disminuye y entramos en un círculo vicioso que aumenta la transmisión del virus".
Este experto asesoró con éxito en la primera ola a la región del Véneto (norte), que pudo controlar la pandemia aunque en esta segunda ola los casos se han disparado.
A pesar de los datos de Italia mejores que sus vecinos europeos, Crisanti advierte que "sería una ilusión pensar que los problemas de los demás son solo de los demás. Creo que hay un gran problema europeo de la reanudación de la circulación del virus que nos lleva a la necesidad de elevar el nivel de atención y vigilancia".