La desigualdad del sistema tributario estadounidense ha quedado al descubierto tras conocerse que las 25 personas más ricas del país – y del mundo- pagaron en impuestos federales sobre la renta, entre 2014 y 2018, relativamente poco o nada.
La información filtrada desde el IRS y publicada por la agencia independiente ProPublica, destapaba así la declaración de la renta de gigantes financieros como Jeff Bezos (Amazon), Elon Musk (Tesla), Warren Buffett (Berkshire Hathaway) Michael Bloomberg (Bloomberg LP) o George Soros (inversor).
Los titulares han acaparado inevitablemente las portadas de los periódicos, y mientras uno de los temas más debatidos se enfoca en la vulnerabilidad de una información confidencial, otro discute cómo es posible que los multimillonarios paguen menos impuestos que el resto.
“El verdadero escándalo fiscal es que es legal”, ha escrito Binyamin Appelbaum en The New York Times este miércoles. “Los ricos estadounidenses se pueden ahorrar mucho dinero engañando con sus impuestos federales sobre la renta, pero esto no es nada comparado con la cantidad de dinero que ahorran siguiendo las normas”, recalcó.
Y es que el código tributario, a juzgar por los números, parece que no está pensado para los más adinerados, o tal vez sí, ya que los impuestos que se pagan sobre rentas que provienen de capital son más bajas que los impuestos que se pagan por rentas obtenidas de trabajo. Dicho de otro modo, se penaliza más el dinero obtenido por el trabajo que el generado por la riqueza.
Surgen entonces algunas preguntas a cerca de ¿cómo es la declaración del IRPF Federal en Estados Unidos?, ¿cuánto se paga?, ¿en qué medida son consideradas las retenciones?, ¿qué diferencias podemos encontrar entre el sistema tributario estadounidense y el español o el europeo?
El sistema fiscal se enfoca en recolectar impuestos sobre los ingresos anuales, pero la riqueza de una familia también es un indicador de cuántos beneficios ha obtenido dentro de la economía y su capacidad para pagar impuestos. Se estima que el 0,1% de las familias más ricas estadounidenses deben 3,2% de su riqueza en impuestos federales, estatales y locales en 2021, mientras que el 99% del resto de la población debe 7,2%.
“La primera diferencia fundamental con España es que en Estados Unidos sólo se paga el impuesto sobre la renta y no sobre el patrimonio, es decir, sólo pagas impuestos sobre el dinero que has generado durante el año”, explica a NIUS Juan Mercadal, director de OBS INC, una compañía dedicada a la administración y asesoría de negocios en Estados Unidos, ubicada en Miami, Florida, desde 2008.
Al igual que en España, el impuesto es progresivo y marginal, lo que significa que se gravan sus ingresos por etapas: “La fiscalía progresiva empieza en un 10% y el tramo más alto es de un 37%, que también es una diferencia importante. Claro, estamos hablando de impuesto marginal. No es que tú, porque ganes más de equis dinero vayas a pagar un 37% de todo, sino que, lo que supera los 518.000 dólares está al 37%, que es lo máximo que uno paga de impuesto de renta”.
En efecto, los tramos federales de Estados Unidos son más amplios entre cantidades imponibles y con menor porcentaje de retención, comparados con los establecidos en España, visibles a golpe de vista si comparamos las dos tablas de los dos países.
Sobre un ejemplo práctico, se podría plantear de la siguiente manera, considerando por un lado un heredero con 500 millones de dólares en yates, joyas y arte; y por el otro lado, un docente sin ahorros en su cuenta bancaria. Si tanto el heredero como el docente, ganan 60.000 dólares de ingresos laborales en un año, pagarían los mismo en impuestos federales, a pesar de la diferencia de sus distintas circunstancias.
Con respecto a la base imponible entendiendo como tal el ingreso total menos las deducciones permitidas, “en Estados Unidos tienes una exención, que es una deducción del ingreso sobre el que se van a calcular los impuestos. Si estás soltero son 12.400 dólares, si estás casado son 24.800… de manera que los primeros 24.800 dólares básicamente no pagan impuestos”, señala Mercadal.
“Esa deducción también se puede hacer `por línea´, sumando los intereses que pagas de tu vivienda principal y los Real State Taxes (equivalente al IBI), que en Miami por ejemplo es un 2% del valor de la propiedad. Eso también es deducible de la base imponible de los impuestos”.
Como en el resto de países, la mayoría de la población estadounidense, obtiene ingresos gracias al trabajo a través de los salarios u otros beneficios proporcionados por el contratista. Sin embargo, un excepcional 1% de los ingresos más elevados provienen frecuentemente de intereses, dividendos, ganancias de capital o alquiler de sus inversiones, que es lo que se conoce como ingresos de capital.
Por lo general, cuanto más gana alguien, mayor porcentaje de los ingresos del capital y menos compensación laboral reciben cada año.
Al igual que la base imponible, “el balance de capital también es importante a largo plazo”, explica el asesor español Mercadal a NIUS. “Si ganas menos de 50.000 dólares en ganancias de capital, no pagas impuestos, es un 0%. Lo más corriente es se pague un 15% sobre las ganancias del capital, y pueden llegar hasta un 20%. Esto supone una ventaja muy grande porque hay mucha gente que recibe mucho dinero con ganancia de capital, que son básicamente compra-venta de acciones u otros valores bursátiles".
Como en cualquier sistema legal que se preste suele haber formas de diferir o evitar impuestos sobre las inversiones aprovechando las lagunas y vacíos del sistema. Por ejemplo, si alguien tiene un millón de dólares en acciones que crecen a dos millones, no tendrá que pagar impuestos sobre las ganancias hasta que las venda.
Además, de reducir el impacto fiscal al programar la venta o compensar las ganancias con otras pérdidas, otra estrategia posible sería utilizar una propiedad apreciada como garantía para comprar nuevas inversiones.
Por otro lado, cabe señalar que los millonarios tienen grandes deducciones fiscales en numerosas ocasiones, porque han pedido préstamos para financiar un estilo de vida o también a través de donaciones caritativas. Compran un activo, construyen uno o heredan una fortuna y luego piden prestado contra su riqueza. Puesto que no obtienen ganancias ni venden acciones, no reciben ningún ingreso, que es lo que podría estar sujeto a impuestos.
“En el caso de Bezos o Warren Buffett y otros conocidos millonarios, en efecto son ricos, pero de lo que se está hablando es del patrimonio, y de nuevo, es importante recordar que el patrimonio no paga impuestos en Estados Unidos. Estos ejecutivos o inversores pagan impuestos por lo que retienen de sus empresas, que es el dinero que utilizan para vivir. Y son archimillonarios, pero no están gastando ese dinero que tienen como patrimonio”, recalca Mercadal.
El pago de impuestos, al igual que en otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), varía dependiendo del lugar en el que se resida. Es decir, mientras que en los 50 estados que conforman los Estados Unidos se pagan los mismos impuestos federales (a nivel nacional), en paralelo cada estado también tiene la potestad de cobrar impuestos sobre los ingresos y sobre las ventas, del mismo modo que los gobiernos locales cobran impuestos sobre las propiedades.
“En Miami tenemos la suerte de que no se pagan impuestos sobre la renta personal, se paga el federal pero no el estatal, mientras que hay otros estados, como Nueva York o California en los que tienes el impuesto federal, estatal y a veces también tienes un impuesto local o un City Tax. Dependiendo de cada estado, la fiscalía en ese sentido es un poco diferente”, aclara Mercadal.