El juicio contra una policía que mató por error a un joven de raza negra en Estados Unidos ha comenzado.
Los hechos sucedieron el pasado mes de abril, cuando la agente quiso dar una descarga eléctrica al sospechoso, pero se equivocó. En lugar de utilizar su pistola táser, empuñó su arma de fuego, disparó y acabó con la vida del joven. Un fatídico error, por el que podría ser condenada a quince años de cárcel.
La propia acusación admite que Kim Potter, la agente condenada, no quiso disparar al joven fallecido, Daunte Wright, de 20 años, en Brooklyn Center. En los vídeos de la detención se escucha cómo la policía avisa de que va a utilizar su pistola táser, pero en vez una corriente eléctrica, Wright recibió un balazo mortal.
Inmediatamente, y como se puede ver en las imágenes, la policía reconoce antes sus compañeros su error, lamentándose por ello. La mujer se sienta en el bordillo de la carretera y llora sin parar por lo que acaba de ocurrir. Sus compañeros la consuelan.
Para la fiscal no se puede obviar que disparó y mató a un hombre desarmado y pide que se la condene por homicidio en primer grado. La defensa, por contra, argumenta que todo fue un trágico error.
Tras recibir el disparo y gravemente herido, Wright trató de huir en su coche, hasta que chocó con otro vehículo. Tras la colisión, acabó muriendo en los brazos de su novia.