Medio centenar de coches autónomos acuden a la misma calle por el error de un mapa en Estados Unidos
Un centenar de coches autónomas han acudido a una calle sin salida
El incidente se ha producido en la ciudad de San Francisco
Un error en un mapa provocó el atasco de medio centenar de vehículos no tripulados
Hasta medio centenar de coches autónomos de la marca de Google Waymo se han quedado atascados en una calle sin salida de la ciudad de San Francisco (Estados Unidos) después de un error en el trazado del mapa que utilizan estos vehículos sin conductor.
Uno tras otro, decenas de taxis autónomos han ido llegado hasta el mismo punto, en la misma ciudad, hasta quedar completamente bloqueados. Esta situación se ha producido como consecuencia de un fallo de cálculo en el mapa al no tener en cuenta la última actualización del trazado de la ciudad.
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50 coches dando vueltas a la misma calle
La decimoquinta avenida de la ciudad norteamericana ha presenciado una escena cómica y perturbadora. Según el testimonio de los vecinos de la zona, los atascos provocados por estos coches han provocado numerosos ruidos y problemas en el tráfico durante varios días.
Al llegar al lugar, estos vehículos se encuentran con las señales que les impiden el paso y van adoptando un giro en U hasta que al final consiguen salir de la calle. Cuando esta situación se produce con varios de ellos al mismo tiempo, el ruido puede llegar a ser bastante molesto.
¿De dónde viene el problema con los coches autónomos?
Tal y como han dado a conocer medios especializados, este problema se ha comenzado a producir a raíz de la peatonalización de ciertas calles de San Francisco decretada durante la pandemia de coronavirus.
Con el objetivo de garantizar la distancia social en la calle y que los ciudadanos pudieran disfrutar del espacio urbano, el alcalde de la ciudad, London Breed, decidió poner en marcha un plan mediante el cual el trazado de las carreteras y calles destinadas al tráfico quedara modificado para poder ser compartido entre vehículos y peatones. De esta forma, todos los coches, tripulados o no, están en teoría obligados a dar la vuelta en el punto de la decimoquinta avenida en el que se ha producido el curioso incidente.