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Ahora sí vemos una luz al final del camino, mejor dicho, dos luces. Quedan 4 candidatos, pero solo Sanders y Biden parecen tener posibilidades reales de hacerse con la victoria demócrata. Gracias al impulso del voto moderado y con la ayuda de muchos indecisos que en el último momento se decantaron por él, Biden arrasa en 10 estados y consigue 433 delegados. Por detrás, con 45 delegados menos, queda el izquierdista Bernie Sanders, a quien el Súper Martes no ha tratado como se esperaba.
Así se refieren algunos medios locales a lo que hemos vivido en las últimas 72 horas de carrera electoral. Biden llegaba a Carolina del Sur casi derrotado, pero su suerte cambiaba tras las votaciones en el estado sureño. Además, el apoyo de los excandidatos Pette Buttiggieg y Amy Knlobuchar le dieron la fuerza que necesitaba para llegar a este Súper Martes confiado. Según las encuestas, los indecisos y huérfanos de candidato cuando Klobuchar y Buttigieg se retiraron han sido el motivo de su triunfo.
Biden remataba la jugada con una sorpresa de última hora: el apoyo del multimillonario Michael Bloomberg tras retirarse de la contienda electoral. Parece que esa fortuna que el exvicepresidente tanto había criticado antes, ahora que va directa a su campaña, ya no le molesta tanto.
Los votantes de Klobuchar y Buttigieg han seguido a sus líderes en estas primarias. En Minnesota, por ejemplo, donde la senadora del estado Amy Klobuchar prácticamente se repartía los votos con Sanders, ha vencido Biden con 10 delegados más que Sanders, obviamente gracias al apoyo de la excandidata a su campaña.
Algo parecido ha ocurrido en Massachusstes, Carolina del Norte, Texas y Virginia, donde según las encuestas los electores decidieron su voto a última hora.
Sanders contó con poco apoyo de los indecisos, pero con un fiel electorado de jóvenes y latino. No fue suficiente, y de lo que habían apuntado las encuestas a lo que ha ocurrido, ha habido tremenda diferencia.
Bernie ha pasado de ser el gran ganador de la noche en la mayoría de los estados, a vencer solo en 4. Por lo menos el senador de Vermont ganaba en casa (10 delegados en su estado frente a los 5 de Biden). Pero Bernie se quedaba a las puertas del triunfo en Texas (228 delegados) donde también se esperaba que venciera. Texas es un estado mayoritariamente latino donde Sanders contaba con un gran apoyo electoral, así que ha sido un gran golpe para el izquierdista.
Eso sí, aunque poco ayude, California esta vez parece darle la victoria a Sanders donde ya perdió las últimas primarias frente a Hillary Clinton en el 2016 (el recuento final en el estado de California se encuentra en fase temprana, pero la agencia Associated Press, que actúa como árbitro en cuanto a los resultados de las primarias, declara vencedor a Sanders basándose en los sondeos y el escrutinio realizado hasta ahora). Sanders también se proclamaba ganador en Colorado (13 delegados) y Utah (3).
Pues llegamos prácticamente al meridiano de estas primarias y con 4 candidatos de los que solo parecen finalistas de peso. Ahora todos los ojos están puestos en la senadora Elizabeth Warren que ha recogido unos desastrosos resultados de estas primarias con solo 36 delegados, y que de momento, no ha dicho `ni mu´. Varios expertos apuntan a que no les extrañaría que hoy mismo anunciara su retirada.
Interesante es la reacción de la Tulsi Gabbard, que parece que la cosa no vaya con ella. Si Warren tuvo malos resultados, los suyos fueron terribles (1 delegado). La representante del segundo distrito del Congreso de Hawai no parece preocupada con lo ocurrido ayer y continúa su vida personal y política como si nada hubiera pasado. Este fue su primer twitter en la jornada de ayer:
Son dos perros viejos de la política estadounidense y saben perfectamente de qué va esto. Biden y Sanders acaban de convertir estas primarias demócratas en una lucha electoral muy interesante: la alianza de los moderados encabezados por Biden contra el izquierdista con menos amigos en el establishment demócrata.
Sanders no lo tiene fácil, pero sí bastantes posibilidades. Por delante todavía quedan 4 meses y varios estados donde ganar. Al fin y al cabo, y a falta de que se termine el recuento de votos en California, la diferencia es tan solo de 45 delegados, no está todo perdido. Interesante será el primer debate tras este `Súper Martes´ que tendrá lugar el próximo domingo 15 de marzo en Phoenix.