El chef José Andrés sigue recorriendo las zonas más castigadas por la guerra de Ucrania. El cocinero español se ha desplazado hasta Bucha, localidad donde se investigan posibles crímenes de guerra rusos, para repartir más de 6.000 kilos de alimentos y 600 comidas calientes con su fundación.
José Andrés, que acostumbra a relatar sus experiencias con claridad, se ha roto esta vez al narrar las atrocidades que está viviendo allí. Sin poder contener las lágrimas y agotado mentalmente, a través de un mensaje ha contado lo que ha visto en Bucha estos días: "Ahí no había militares disparando a militares. Ha habido militares disparando a niños y a mujeres".
Hasta Bucha se desplazó José Andrés, cargando él mismo alimentos, y atravesando un puente destrozado. Pudo comprobar de primera mano la devastación de la guerra, no solo material. "Es imposible narrar el sufrimiento de las personas en ciudades como Bucha", apuntaba en uno de sus vídeos el chef.
Solo este fin de semana, el cocinero y su ONG han repartido seis toneladas de comida en Irpín y Bucha, sumándose así a los casi 10 millones que su fundación ha entregado ya en 23 ciudades de Ucrania. "Es increíble pensar que en el siglo 21 estos horrores estén pasando", detallaba el chef desde un tren.
José Andrés se encuentra ahora en Leópolis (Lviv), cerca de la frontera con Polonia, a punto de salir a Estados Unidos. No obstante, el cocinero promete regresar en cuanto pueda. Toda ayuda es poca, dice, ante tanto sufrimiento.