No es un espejismo. Es una realidad que se preparara. La propia ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, ya lo avanzaba: "El gobierno de España está trabajando en un pasaporte de vacunación". Un certificado de vacunación covid como el que ya existe para la fiebre amarilla. Esta enfermedad provoca que su vacuna sea la única obligatoria para entrar en determinados países.
La pregunta es cuándo se podrá exigir. La respuesta tiene debate, porque hoy por hoy supone que la población vacunada tenga privilegio sobre el resto. Un castigo que algunas voces creen necesario para reactivar la economía pero que la Unión Europea apuesta por imponer cuando haya inmunidad de rebaño. España intenta respetar ese criterio ético.
"Los que están vacunados van a poder salir porque ya están inmunizados. Los que no están vacunados existen medios alternativos como son las PCR o las de antígenos", revela Carlos Abella, coordinador Mesa del Turismo.
Por su parte, el sector del turismo cree que hay prisa y que se deberían hacer acuerdos bilaterales por ejemplo con Reino Unido, nuestro principal emisor de turistas. Otros países están acelerando sus pasaportes covid para captar el turismo y, por ejemplo, Grecia ya ha destronado a Mallorca como destino turístico.
En Israel, donde la mitad de la población ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna, comienzan a abrir su economía pero con mucho cuidado.
De hecho, para entrar en hoteles, gimnasios y teatros es necesario una especie de salvoconducto sanitario. Se llama "pase verde" y es un certificado de que ya se han recibido las dos dosis de la vacuna. Funciona en papel, a través del móvil e incluso en algún lugar con reconocimiento facial.