Los diputados franceses aprobaron en la noche de este miércoles el proyecto de ley que enmarca la salida progresiva del estado de emergencia sanitaria, y que incluye como uno de sus principales puntos la creación de un certificado sanitario.
El texto fue respaldado en primera lectura en la Asamblea Nacional por 208 votos a favor y 85 en contra, y debe proseguir su trámite parlamentario en el Senado y en una comisión mixta paritaria en caso de haber divergencias, según explica EFE.
Los diputados le dieron su visto bueno en una segunda votación horas después de que en la primera el partido centrista MoDem hubiera dado la espalda al gubernamental La República en Marcha (LREM) por falta de inconcreción de algunos elementos. En la primera deliberación, el artículo primero del proyecto de ley donde está el certificado sanitario, fue rechazado por 108 votos en contra, 103 a favor y dos abstenciones.
El primer ministro, Jean Castex, dijo poco después que se iba a encontrar un acuerdo con la mayoría gubernamental para poder seguir adelante y que por lo tanto se procedería a una nueva votación en esa cámara.
El artículo en cuestión introduce la base legislativa necesaria para que el jefe de Gobierno pueda supeditar el acceso a ciertos lugares o actos que impliquen una aglomeración de personas (Castex ha avanzado la cifra de 1.000) a disponer del certificado. También se establece la "imposibilidad expresa" de solicitar esos documentos en otros lugares diferentes a los especificados por el dispositivo.
Para conseguir el respaldo del MoDem, el artículo fue modificado y la versión adoptada por la Asamblea Nacional reduce el periodo de transición en el que el Gobierno podrá imponer restricciones a las libertades frente a la pandemia. Ese periodo irá del 2 de junio a finales de septiembre, en lugar de hasta finales de octubre.
El gobierno francés quiere asegurar los eventos de más de 1.000 personas gracias al certificado sanitario, que se puede registrar en el móvil o presentar en papel, según informa Le Parisien. El pase estará en el corazón de la estrategia europea para reabrir fronteras y armonizar las regulaciones y jugará un papel importante en el regreso de grandes eventos. Pero, ¿cuándo se utilizará?
El certificado sanitario deberá entrar en vigencia el próximo 9 de junio, durante la tercera etapa del desconfinamiento de Francia, que prevé el regreso de eventos que congreguen a más de 1.000 personas sin contacto cercano, dentro del límite de 5.000 personas.
Este pase de salud debe estar separado del certificado de vacunación. "La vacunación por sí sola nunca será obligatoria", según recuerda la Dirección General de Salud (DGS). Así, la presentación de una prueba negativa o prueba de recuperación tendrá el mismo nivel de validez que un certificado de vacunación.
El certificado sanitario está destinado a demostrar que no es portador de covid en el momento en que lo usa. Siempre será posible dar fe de su salud de una forma mucho más efímera, con "una prueba de PCR negativa de menos de 48 horas", según especifica la DGS.
La aplicación TousAntiCovid ya permite registrar los datos escaneando un código en el certificado de vacunación, facilitado después de la última dosis, o una prueba de PCR negativa, a través del documento emitido por el laboratorio.
"Lo único que aparecerá en la pantalla será verde o rojo. Nadie sabrá si puedes moverte gracias a una vacuna o una prueba de PCR", explicaron desde el Ejecutivo fuentes oficiales.
El primer ministro francés, Jean Castex, explicó en una entrevista publicada este martes por Le Parisien que su intención es exigir ese certificado solo para actos multitudinarios, "en particular en las grandes salas de espectáculos, de conferencias, en los grandes conciertos, en los estadios...".
No se pedirá ni en los centros de trabajo o de enseñanza, ni en los servicios públicos, bibliotecas, comercios, mercados, templos o centros de vacaciones. Tampoco en el Tour de Francia ya que, entre otras razones, "sería imposible" controlarlo, precisa el primer ministro. El texto no especifica el uso para eventos de más de 1.000 personas, según el Ejecutivo para dar más flexibilidad a su utilización. Un hecho criticado por diputados de la oposición, pero también de la mayoría.
"Nuestro dispositivo -subraya- es equilibrado" y "prevé medidas de freno en el caso de que la situación epidémica derrapara localmente". "Estamos saliendo por fin de forma duradera de esta crisis sanitaria", afirmó Castex, antes de puntualizar que "esa salida evidentemente va a hacerse de forma progresiva, prudente y acompañada".
El proyecto de ley que enmarca la salida progresiva del estado de emergencia sanitaria también otorga a Castex la potestad de seguir aplicando medidas de toque de queda hasta el próximo 30 de junio en una franja horaria de entre las 21 horas de la noche y las 06 horas de la mañana como máximo.
Actualmente el toque de queda comienza a las 19 horas de la tarde. El calendario progresivo de desescalada fijado por el Ejecutivo prevé retrasarlo dos horas el 19 de mayo, otras dos el 9 de junio, con lo que empezaría entonces a las 23 horas, y suprimirlo el 30 de junio.
Francia ha registrado en la última semana una media de unos 17.500 positivos de coronavirus diarios, lejos del tope de 5.000 fijado por el Gobierno para salir del segundo confinamiento en diciembre. Las autoridades confían en que el avance de la campaña de vacunación ralentice la expansión de la epidemia. Según las últimas cifras, 18,5 millones de personas han recibido ya al menos una dosis, el 27,6 % de la población total, y de ellas 8,2 millones tienen las dos (el 12,3 %).