Los vecinos de Xiamen, en el suroeste de China, no pueden salir de sus casas. Hay un brote de la variante delta, pero no es el único. El país que tenía casi olvidada la pandemia ha reportado dos mil nuevos contagios. Sus consecuencias con el cierres de aeropuertos internacionales como el de Nayim, al este del país, y cribados masivos.
Así es uno de los continentes que más preocupan. En Japón reportaron ayer solo en Tokio más de cuatro mil casos. Tailandia comienza una nueva campaña de vacunación entre los monjes y trabajadores de los templos budistas. La situación del país es bastante grave donde utilizan contenedores en las morgues de los hospitales por falta de espacio.
En Israel, dando ejemplo, su presidente se vacuna con la tercera dosis de Pfizer para mayores de 60 años. Aquí, la variante delta también causa estragos con un 57 por ciento de inmunizados, menos de los que estaban previstos.
En Europa, los países se afanan por aumentar la vacunación. En el Reino Unido animan a los jóvenes, entre 18 y 29 años, con descuentos en aplicaciones de comida a domicilio o en taxis.
Mientras, Alemania cobra a partir de hoy las PCR a los no vacunados y en Francia, las protestas continúan. Ayer, París vivió una nueva jornada de enfrentamientos entre la policía y de los que están en contra de enseñar el pasaporte covid para entrar en museos, restaurantes o discotecas. Una medida que se adopta en otros países de Europa como Italia o Portugal.